83.
Extendí la jornada de trabajo al doble y más. Ahora dedico a la
escritura y su difusión entre ocho y nueve horas diarias. Parece lógico que
concluya el día extenuado; este género, que me sostiene entre aguas de ensayo y
flujos de poesía, me ha permitido explorar cavernas antes desconocidas. Alumbro
en la profundidad; mi herramienta es nítido espejo en las cavernas.
Para
paliar el cansancio, he dividido mi día de trabajo en dos partes. Entre ellas
duermo una siesta de una hora, u hora y media.
Me he dicho que la escritura es mi profesión. Ella ocupa el tiempo de trabajos por los que transcurrí durante cincuenta años, más lo que robaba a la familia y al descanso para responder a mi necesidad de escritura. Conservo solo una tarea con alguna significación económica: la editorial. Pero es tal el placer que me produce editar lenguaje poético, que debo considerarlo más próximo a profesión que a trabajo.
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021
Ilustración: Reuters (c)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario