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11 de noviembre de 2007

ANDAR Y TESTIMONIAR

Un viaje -más de cuarenta años atrás- signó mi vida. Desde entonces viajo diariamente. Para regresar, no para huir. El tiempo hace deseables los regresos porque altera los objetos del recuerdo, transportándolos más a lo imaginable que a lo real. Y en algunos casos, aún a lo inimaginable. También éstos son viajes paralelos: los del sueño, los del recuerdo entrañable. Se parecen a los ríos caudalosos que surcan el planeta partiéndolo en sectores enfrentados, dispersos y segregados. El curso de las aguas no cesa. Y el trabajo de recomponer las partes del cristal astillado parece interminable. Esa tarea es el testimonio.

La trampa de arena, mi primera novela, es una historia de vidas paralelas, desarraigo, persecusiones y discriminación. Se desarrolla en Punta Alta, mi pueblo natal, pero también en Bahía Blanca y en Buenos Aires. Cuando Enrique Lauría regresa al pueblo pocas semanas antes de las elecciones que llevarán a la presidencia a Héctor Cámpora, se encuentra con su amigo de la infancia -Esteban-, ahora militante político, y con el profesor de historia que continúa siendo su mentor -Fermín-. Los recuerdos infantiles, las experiencias comprobadas de sus mayores, el peso de la base naval de Puerto Belgrano sobre la vida de la comunidad y el germen de los sucesos que se avecinan, son detonantes de un cambio de actitud del personaje. Esteban es perseguido y se refugia en Buenos Aires, donde milagrosamente elude su detención en tres oportunidades. La hija de Fermín -Mercedes-, victimizada en La Escuelita de Bahía Blanca, es asesinada en un enfrentamiento simulado. Las historias de otros jóvenes que llegan a Punta Alta y son ilegalmente detenidos en el centro clandestino de la séptima batería, torturados y asesinados o desaparecidos, se suman a la trama. Enrique vuelve en 1982 a Punta Alta, tras la muerte de Fermín. En ese momento, otra generación de argentinos es injustamente expuesta en Malvinas. La novela verá la luz en 2008, de contar con editor.

Un anticipo de ¨La Trampa de Arena¨:

... Le señalaron un recuadro que había quedado al descubierto al retirar uno de los trinchantes del comedor. Un surco de un metro por un metro aproximadamente, trazado sobre la madera del piso, casi imperceptible aún retirado el mueble, marcaba el ingreso al tan citado aunque inhallable sótano de los Lauría. La tapa se levantó haciendo presión sobre el extremo de la cara opuesta a la pared, dejando a la vista una espesa malla de telas de araña y permitiendo ventear el aroma del abandono y de la desolación. Entonces, ambos sentimientos parecieron concluir.

Cuando se despejó el acceso, se trajo una escalera que permitiera descender y se prepararon linternas, pudo comprobarse que el sótano estaba muy bien aislado, y parecía haber sido destinado a guardar cosas de alguna importancia. Ocupaba lo que era toda la casa original de los abuelos Lauría y una parte de la casa contigua -la de la infancia de Quique- y que anteriormente fuera la casa de los tíos Luisa y Nicola. No era muy alto; seguramente no llegaba al metro con ochenta.

-Cuando se tienen cosas por decir, parece natural encontrarse de pronto con el continente de las palabras. Seguramente eso significó para usted el sótano, reflexionó Fermín.

-No sé. Me parece difícil encontrar eso que usted llama continente de la palabra. En la poesía puede ser seguramente una mujer, una tarde soleada o una noche solitaria. Pero en la novela, realmente no sé.

-La realidad, Quique. La realidad. Algo que parece tan distante e inexplicable en momentos de crisis, de pronto nos lleva por delante y nos pide que nos detengamos y que participemos. Lo hacemos con lo que tenemos más a mano, que es nuestra identidad, nuestra pertenencia.

-Lo que creo entender es que no podría escribir sobre otra cosa que no fuera mi vida, mi pueblo; esta realidad que a simple vista parece pobre, incompleta y de a ratos agresiva, parece ser la materia de mi novela. Aunque fuera fantástica...

-Sí. La fantasía también se apoya sobre la realidad. No importa hasta dónde tergiverse, viole o falsee la realidad. Eso parece ser su novela... ¿O acaso usted va a contar exactamente qué fue lo que encontró en el sótano?

-Esa es toda una cuestión. Lo que encontré es de por sí bastante fantástico, dijo sonriendo Quique. -Pero lo más trascendente es lo que ese día encontré dentro de mí, no allí debajo, en la oquedad del sótano.

-¿Por ejemplo?

-Este sótano era el sagrario de la familia. Respetado en la leyenda familiar; desconocido y por lo tanto temido. Celado por los abuelos e inconcebible para mí. Ni siquiera se suponía dónde estaba. Dentro de él debía encontrarse todo lo que no podía ser explicado racionalmente, todo lo que alguna vez se había perdido, todo lo que mi familia o yo de alguna forma extrañábamos o deseábamos. De manera que el solo hecho de encontrarlo significaba disponer del hilo que permitiese atar prolijamente todo lo vivido en una sola historia. Tarea mayúscula, por cierto. ¡Ah! Y el sótano era además, el sitio en el que vivía el monacello durante el día.

-¿Ese era un duende, verdad?

-Sí. Una especie de duende familiar, propio de cada grupo, traído desde la Lucania, y con mucho de diabólico.

-Lo que mata arriba es la calor, gritó la señora número uno, mientras recogía en una amplia pala metálica la tierra que había bajado un momento antes de las estanterías del sótano. -Me gustaría quedarme a vivir en el sótano, que está fresquito. ¿No, don?

Quique asintió mientras le ayudaba a la señora número dos a subir el tercer cajón con cosas, al parecer bastante pesado. Era razonable pensar que el hallazgo era fruto de una cadena de muertos y olvidos. Luego de las muertes del tío Nicola y de la abuela, en 1958, se redujo a cuatro la cantidad de personas que conocían el lugar exacto de la tapa del sótano y que alguna vez habían bajado a él: el abuelo, la tía Luisa, el padre de Quique, y el tío Néstor. Tanto el padre como la tía Luisa murieron sin dejar herederos del secreto, y cuando murió el abuelo en 1970, el tío Néstor nada dijo del sótano y menos aún intentó abrirlo.

-¿Por qué tenía que acordarse del sótano su tío Néstor? Si lo más probable es que lo considerara un depósito de trastos viejos..., concluyó Fermín.

-Porque había allí cosas bastante comprometedoras para los Lauría. Ya a esta altura sin valor material, por cierto. Ahora con saludable peso emocional para mí.

-Usted me va a hacer estallar un par de neuronas si continúa cambiando de tema, dijo riéndose Fermín. -A ver: ¿qué fue lo que sacó del sótano?
...

Distinciones obtenidas en 2007

Miembro de la WPS (World Poets Society)

Seleccionado en la antología digital de poesía ¨Una voz en el abismo¨ (Lima, Perú)

http://es.geocities.com/unavozenelabismo2007/index_p401.htm

Mención en el premio Nósside de poesía (Reggio Calabria, Italia) –Único concurso global de poesía, plurilinguístico y multimedial-. Con el auspicio de la UNESCO.

http://www.nosside.com/

Mención Especial del Jurado, VII Certamen Internacional, Premios José Martí, Arte Joven 2007. Asociación Cultural de Arte Joven Mar del Plata. Poema ¨Imagen Difusa¨ (Mar del Plata, Argentina)

Primer premio VII Concurso Literario Nacional ¨Atahualpa Yupanki¨(Longchamps, Argentina)

Primera mención Concurso Nacional de Poesía ¨Madre Teresa¨ (Virrey del Pino, Argentina)

Poemas integrantes de ¨Avisos y señales¨ publicados en www.divague.com, de Argentina.

de AVISOS Y SEÑALES. Volumen de poesía inédito 2007/ 2008




IMAGEN DIFUSA


Cuando ha cesado el viento
Y se vuelve íntimo el fuego
Se quema callado ahora
El corazón de la parva.

Hojas
Troncos y corteza
Son cenizas confundidas
Que dispersará el mundo:
Tierra que vuelve
A sus terrones.

(No existen herramientas
Para consolar cenizas)

Entonces
El enjambrado de voces
Remotas
Con mis últimas palabras
Del atardecer
Trepa las copas de los pinos:

La cortina de humo
Se quiebra en muchos hilos
Y clareando
Vuelve a esplender.

MUÑONES

Las ramas que he tronchado
Se pueblan de brotes.
Sin memoria de podas ni sangrados
Viven felices/ Desarrollan.

En cambio
Nosotros cargamos los recuerdos.
Son muñones de color violeta
Que nunca cicatrizan.

CON ALAS MEJOR

Adentro suena el doble concierto
De Brahms.
Violón y violín ensayan el diálogo
Liláceo. Hay pájaros que caen
Y ruedan por la hierba.

La calandria me pregunta
Avistándome con ojo izquierdo
Primero/ Después con el derecho
¿De qué especie son las aves
Desprendidas/ Sensuales
Que mueren con acordes?

La santa rita
Le contesto. Brahms ha sacudido
Nuestro rojo alilado:
Ellos caen/ Nosotros empinamos.

NO HAY MUERTE

¿Por qué querés que hable de la muerte?
Si vos podés vérmela
Si yo transcrurro contemplando la tuya.
¡Si los dos la llevamos puesta!

MENÚ

Pronóstico de niebla en la mañana
Disipa a las diez
Cuando el paso apura las ofrendas
O el sol viene violando cortinados.
A las doce declaro amor:
Que es fidelidad
Confianza/ Piel/ Dolor/ Vertiente
De nuevos milagros/ Otros soles.
En la siesta epilogan los encuentros
Hay cunas. La olla con puchero
La sabia espumadera.
Hay misterios:
¡Qué extraño llamarme si me nombras!
Es raro escribirte este poema.
Y a la tarde sobrevuelan despedidas
La nobleza transige otras casas
Otros hijos/ Nuevos libros:
El óxido en las manos y en las hojas.

Es de noche:
Las astillas crepitan en la lumbre
Me acurruco en tu regazo.
Puedo medir tu respiración
Recibo el soplo de Dios.

de CANCIONERO DE TIERRA FERTIL. Volumen de canciones religiosas inédito 2006/ 2007




EL SANTO EN MEDIO DE MÍ (Os, 11)


He sido peregrino en el desierto;
hoy vienes caminando junto a mí.
Despojaste de piedras mi camino:
soy peregrino de la eternidad.

Tu palabra ocupó mi corazón;
lograste seducirme y me someto.
Restaurado tu reino, eres El Santo,
mi fuente de agua viva, el salvador.

Me alcanzaste, me alzaste en tus brazos
estrechándome contra tus mejillas,
te inclinaste y me diste de comer:
soy peregrino de la eternidad.
BIS

BARTOLOME DICE
Juan 1, 45-51

Me reconociste bajo la higuera
y acepté tu reinado y señorío:
eres el hijo de Dios y mi Rabí.

Vos creíste Señor en mi servicio
y he ido feliz de pueblo en pueblo
con tu suave brisa a liberar.

Antes mi corazón te presentía:
pero sabiduría no explicaba
la fatua y ultrajante soledad.

Vos creíste Señor en mi servicio
y fui feliz de hombre en hombre
con tu suave brisa igual a igual.

Colgaste tu escala en mi corazón
(vos conocés su fondo y su anchura)
mis latidos repiten tu palabra.

Vos creíste Señor en mi servicio
y fui feliz orando en el espíritu
con tu suave brisa abrasadora.

Tus ángeles recorren la escala
y tu palabra escapa de mi boca:
Vos sos mi luz, mi verdad y mi vida.

Si creíste Señor en mi servicio
ya soy feliz y amo en la tierra:
tu reino es suave brisa triunfadora.

EL PIQUETE. Canto de gesta para tres voces. Inédito, 2002







El Piquete(*)

-Canto de gesta para tres voces-

R: Relator

VF: Voz femenina

VM: Voz masculina

(Introducción)

R:

También en esta geografía

Crecen áboles de extraños frutos.

Como en Florida USA o aquí

En Villa Luro / Avellaneda

O en las montañas de Joaquín V

En los feudos de Saá

Y en el sur de eternas nieves.

El asesinato es / Fue continente

Como un abrazo de oso pardo

¡Argentino hasta la muerte!:

El vientre hinchado de don Pedro De

Y el río de la matanza.

Ganan los lanceros matan

Rechazan y persiguen rezagados.

Los árboles que fueron hoy

Son picotas sangrantes:

La cabeza del indio y del matrero

El destino del gaucho entreverado

Con salvaje y europeo.

Don Juan Manuel es un ángel

Exterminador de ojos claros.

La indiada retrocede al sur

Del río negro. Las salvajes

Multiplicadas van pariendo:

Son los hijos de mi patria atropellada

Yo también invadí desde los barcos.

Y la zanja llega y llega don Julio

Y la fortaleza protectora.

También en estas geografías

Crecen árboles de extraños frutos:

La prosapia de los Mitre/ de los Roca

Hace estragos en el frente paraguayo

Penden negros de quebrachos

Invadidas raíces / Rojos y escarlatas

Divisas punzó / La muerte triunfa.

Después tuvimos la patria ocupada

Por la propia mente/ ¡Qué disparate!

No aunar fuerzas. Impedir el crecimiento

Sojuzgar la voluntad. Olvidar misericordias.

Privilegio de los economistas

Paraíso del cambio/ Pasto del impuesto:

Militares que supimos conseguir.

También en esta geografía

Crecen árboles de extraños frutos.

En patios de los cuarteles y

A la entrada de escuelas/ Como

Si el tiranosauro gobernara

Separaron sanos de enfermos

Y enfermos de incurables.

No les bastó acabar con aborígenes

Quitar al negro de los censos

Invadir del norte/ del este/ del oeste

Había que extirparle espinas peronistas

Al pobre movimiento nacional.

Con la pinza de la cárcel/ Con la saña

De picotas infectadas/ Con la muerte.

Otra aventura/ Otra guerra

Volvió a colgar cadáveres/ A

Quemar carne adolescente.

Cuando estábamos maduros

Para el juicio de las juntas/

De los vecinos propios/ De las

Propias familias.

¡Qué dolor la democracia

Quemándose en un ataúd peronista!

¡Qué dolor las traiciones

Del viejo/ De los sindicatos

De los propios montoneros ausentes!

¡Qué dolor la muerte del padre Jorge

De tanta hueste sin ejemplo!

Y llegó el circo. Los payasos

El poder político oliendo podredumbre

Pocos que comen. El pueblo hambreado.

¿Qué diferencia decime hay con la tortura?

Y entonces el pueblo sale

Harto de injusticia sale. Con un dolor profundo

Sale y descubre un corazón intacto.

(Desarrollo)

VF

Vienen con rostros de niños

Llevan sus muecas del hambre

En un país que gobiernan

Productores de basura.

Van de la noche a La Fe(a)

Trabajadores sociales

Amasadores del pan

Caminantes cartoneros(b).

Son marginados / Excluidos

Silentes / Despalabrados

Que se suman y confluyen

En las columnas del sur.

Y son hambre-voluntad

Y mirada para el otro

Frente al nuevo terrorismo:

La indiferencia de estado.

Marchan – piden nunca más

Se derroche que es robar

Se reprima – se torture

Por un poder ilegal.

R:

¨En un contexto social signado por la situación de pobreza de más de la mitad de los argentinos -20 millones de pobres sobre 36 millones de habitantes-, por la indigencia de casi 8 millones y el hambre liso y llano de 3 millones de compatriotas, con la noticia cotidiana de decenas de muertes por desnutrición y el inusual frío, el miércoles 26 de junio ((2002)) un conjunto de organizaciones de desocupados (más del 25% de la población se encuentra en estado de desocupación completa, y sólo una parte de ellos recibe un subsidio de 40 dólares por mes) realizó en todo el país una de las ya clásicas movilizaciones piqueteras para exigir algún tipo de solución para esta insoportable degradación de sus condiciones de vida…¨ (9)

Al frente de las columnas de la Coordinadora Aníbal Verón y del MTD marchaban Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

¨Los primeros piqueteros de la Coordinadora Aníbal Verón en Solano no fueron militantes radicalizados, como creyó el Gobierno, ni punteros de barrio, como podría apuntar el prejuicio más fácil. Tampoco eran obreros expulsados de las fábricas en mitad de la vida, como ocurrió con otras organizaciones de desocupados. Los fundadores del movimiento piquetero que se hizo conocido cortando rutas con las caras tapadas por pasamontañas y pañuelos, negándose a tener dirigentes, fue un grupo de laicos de una parroquia católica de Quilmes…¨ (1)

¨El centro de la vida en los MTD es la autoeducación y la autogestión productiva; la regla es la del funcionamiento horizontal y las decisiones por consenso, y la perspectiva general es la de construir espacios de autonomía que permitan una tarea mucho mayor que la de conquistar el poder: los MTD luchan por reapoderarse de la vida, tomarla en sus manos y, si no es posible construir el cielo, al menos hacer desaparecer el infierno… ¨ (9)

¨Ellos y ellas salieron a hacerse escuchar. No asustan por lo que son, sino por lo que quieren ser. No buscan parecerse a los que tienen y mandan. Ellos y ellas buscan ser bien distintos. Y eso en el tiempo del pensamiento único desafina. Son los desafinados de la orquesta mundial. No quieren parecer sino ser. No quieren poseer sino repartir…¨(5).

VM

No – No quieren parecer

No – No quieren poseer

Ellos van para los otros

Ellos quieren repartir.

Y avanzan columnas

Pancartas en alto

La furia para las manos

Los palos para el impacto.

Pasamontañas y cruza

El piquete las fronteras

De la familia – Del barrio

De las novias – De los odios.

Y mil leños encendidos

Atraviesan la avenida

Chisporroteo de hombres

De la noche a la mañana.

VF

La masa se enturbia – se ensombrece

Una marea negra orilla en las cabezas

Festín de francotiradores:

La traición apunta.

La marca en la cintura

Delata y arde:

El cristal recuerda al piquetero

Los rezos anegan madres.

VM

Y forman cruz sobre el puente

La cruz de los piqueteros

Por comida y por trabajo

Contra el poder indecente.

R: ¨A la falta de empleo, al hambre, a la exclusión, nuestros gloriosos gobernantes han sabido sumarle el terror…¨(4)

¨En este tiempo vemos que están muy fuertes algunos discursos y vocabularios propios de la dictadura militar. Esto es peligroso para nosotros…¨(2)

¨Nuestra peligrosidad, para el Gobierno, no es la de los palos y las capuchas. Lo peligroso son los principios organizativos que tenemos: la horizontalidad, la autono- mía, el objetivo de querer cambiar el mundo, pero de raíz; la democracia directa…¨(3)

Los piqueteros ¨no asustan por sus rostros tapados. Asustan porque se sabe quiénes son. Tanto se sabe quiénes son, que rápidamente se multiplican…¨(5)

La traición consistió en ¨… un plan sistemático, premeditado, preparado política y mediáticamente por el gobierno y su maquinaria de comunicación y que ahora pretende ser encubierto haciendo eje solamente en sus aspectos más burdos y sanguinarios…¨(6)

VF

Mirando Guernica veo

Piquete tu calavera.

Ese otro Pablo –Picasso-

Hoy pinta en Avellaneda.

VM

No pasarán es la orden

Del furtivo presidente

De sus ministros de turno

O del acuerdo mafioso.

VF

Hoy el barrio en La Fe(a) no atardece

Esa garra siniestra:

la bonaerense

Compró las sombras.

VM

Operativo – operativo

Policía – policía

Los niños nacen muertos o deformes

Avellaneda no respira.

Primer disparo en las sombras

Segundo plomo: estallido

Se dicen dueños del barrio

Los que vienen enfierrados.

Más plomo - balas de goma

Vuelan palos – huele acre

Las preguntas serpentean

El piquete retrocede.

VF

Armas son las que se esconden

Yo vengo a reclamar que cese el hambre

Y si el hambre es arma

La policía muestra la muerte.

Como Fierro y como Cruz

La traición y la emboscada

Los infiltraron demonios

Con puntero en las esquinas.

R: ¨… Los piqueteros de la Coordinadora Aníbal Verón encontraron imágenes filmadas del momento en que mataron a Maximiliano Kosteki. La secuencia, que compromete al comisario Alfredo Franchiotti y a su chofer, el cabo Alejandro Acosta, fue tomada sobre la avenida Pavón, a la altura del supermercado Carrefour. Y aunque parezca increíble, fue transmitida en directo por televisión. Claro que el significado de las to- mas, en las que se ve en el medio de un tumulto a Maximiliano Kosteki tomarse el pecho y caer mientras a su alrededor (todos) corren escapando de la infantería, fue comprendido mucho después, cuando estas grabaciones fueron revisadas cuadro por cuadro…¨(1) Este ¨… peligrosísimo subversivo trabajaba en el área de capacitación del MTD de Solano, donde entre otras cosas, era el encargado de biblioteca…¨(9).

VF

Provisorios – blancamente

Los cristales graban su imagen.

VM

¡Hay bandidos! ¡Hay bandidos!

Hacen fuego en retaguardia

Arremeten y los trizan

En cien cristales de huída.

Puños y piernas son armas

Recogiendo a los heridos

Porque el derecho a la vida

No se mendiga – Se toma.

VF

Pero cómo contenerlos

Cómo abrazar en la huída

Tanto Cristo piquetero

Tanta lágrima baleada.

VM

¡Jueguen la vida señores!

¡Hagan juego! Ta-te-ti

En sus asientos de oro

Con celular y tevé.

VF

Las minorías derrochan

Después acusan – condenan

A ver quién muerde el anzuelo

De la culpabilidad.

R: ¨… -Me dio la yuta, me quema, llevame- le pidió Kosteki desde el piso a Carlos Leiva, quien lo auxilió y consiguió llevarlo a la estación. Las pericias forenses señalaron que el proyectil le había atravesado el pulmón derecho. Murió desangrado en el hall…¨ (1).



VM

A la estación de la furia

Donde la bestia sonríe

Llevan la sangre inocente

Con el pecho reventado.

La traición se ha consumado

Están la marca – La cintura

La laguna que es la parca

Del piquete moribundo.

VF

Y es derramado el calor:

Con su sangre va una madre

Van dibujos que son hijos

Irredimibles nonatos.

En el frío del cemento

Se amarillea – coagula

¿Qué se paga? ¿Qué redime

Tanta muerte – Tanto horror?

Porque lo que haya nacido

Con su trabajo social

No se compra – No se vende

Menos se puede podar.

R: ¨Dicen los compañeros que se quedó al lado de Maximiliano cuando lo vio caer. Dicen las fotos que los fusilaron. Dicen que el miedo mata. Dicen que es miedo lo que sienten los esbirros de la bonaerense cuando se enfrentan con los piqueteros y las piqueteras, con sus panes y sus murgas. Dicen que por miedo los mataron con furia…¨ (5).

¨… Darío Santillán aparece cien metros más allá de la estación de trenes de Avellane-da, lugar desde donde decidió volver sobre sus pasos para ayudar a los que se quedaron en el hall. Tal vez porque alguien le avisó que había un herido y pensó en ir a asistirlo, o quizás porque supo que su novia Claudia estaba allí y corría peligro…¨ (1).

¨En un país apestado de dirigentes y funcionarios de morondanga, Darío cometió un pecado imperdonable: el de la solidaridad, el de la entrega absoluta; el despropósito de permanecer hasta último momento junto al cuerpo malherido de un compañero…¨ (4).

¨… Cuando Darío se detuvo en un repliegue estratégico para auxiliar el cuerpo herido de Maximiliano, ¿no se agacharon junto a él los treinta mil desaparecidos muertos en la sala de tortura sin que el enemigo pudiera sacarles una sola confesión, ni el nombre, ni el domicilio de sus otros compañeros? ¿Se imaginaban Darío y Maximiliano que así, estaban defendiendo la vida con sus muertes? La memoria de los pueblos es insumisa y rebelde, no toca el himno nacional ni hace silencio. La memoria de los pueblos canta y sueña sueños de justicia sin importarle la opinión de los poderosos…¨(7).

VF

Solo con su alma de pobre

El piquetero es un templo

Vertiendo su buen vivir

En la sangre camarada.

Grita – Pide: Una ambulancia

Un médico para la vida

Intenta hacer palpitar

Un corazón que tirita.

VM

Derrumbado – Nadie escucha

O escuchan los impotentes

O alerta a los asesinos

Que ya apuntan a su espalda.

Salta de pie y recorre

Diez metros hasta alcanzar

Estallido y agonía

El abrazo de la muerte.

De espaldas sobre el andén

Se vuelve hacia el asesino:

Es la mirada de Cristo

La certidumbre final.

VF

Los cristales testimonian

Pelo – barba – pasamontañas

Su propio charco escarlata

Y en desorden invadidos

Los amigos – Los regresos.

R: ¨Quisiera regalarte algo, algo simple pero muy nuestro. Tú sabes que no tenemos muchas cosas, Darío… De hecho es muy poco lo que tenemos: aparte del amor por la lucha, tenemos libertad en la memoria y muchos, muchos recuerdos…¨ (7). También lo había dicho Rodolfo Walsh al despedir a su hija: ¨Nosotros morimos perseguidos, en la oscuridad. El verdadero cementerio es la memoria. Ahí te guardo, te acuno, te celebro y quizás te envidio…¨(7).

VF

El destino: esa pregunta

Descolgándose en los hombros

Velará desde la tarde.

A devolver la mirada

Llegan el barrio y el mundo

Y a multiplicar las manos

Y a comprometer sus obras.

¿Acaso ellos no vuelven?

Ya los velan los cristales

Provisorios – blancos – tenues

Los cronistas se opacan.

VM

Les han dado sepultura

En la memoria ¡Qué digno

Es tener de pie a los muertos!

Es seguirlos en la lucha.

Porque vuelven de mañana

Dejan su huella indeleble

Son bisagra – Fuerza – Lumbre

Son sal y son levadura.

R: ¨El criminal es policía y juez, y las víctimas están en la cárcel. Y el corrupto mentiroso gobierna. Y la lucha social es perseguida como enfermedad. Y los luchadores estamos encerrados y los ladrones corruptos están sueltos. Y el ignorante imparte cátedra, y el sabio es ignorado, y el intolerante represor cobra un sueldo para reprimir, y el ocioso tiene riquezas, y el que trabaja nada tiene, y los menos mandan y los más obedecemos, y el que tiene demasiado tiene más, y el que tiene poco tiene nada, y se premia al malo y se castiga al bueno. Se da homenaje a la policía represora, y se pasa desapercibidos a los muertos sociales…¨(8).

Y así, ¨… una vez más los paladines de la muerte se han sacado la careta de centurio- nes de la democracia. Que ningún varón prudente venga a decirme que a los piqueteros los mataron por provocadores o por su peligrosidad, porque eso equivale a utilizar el argumento con el que se justificó la desaparición de 30 mil argentinos. Que ningún comisario de turbia foja venga a desfigurar lo que todos vimos con groseras explicacio- nes sobre el calibre del crimen. Que ningún alcahuete de los medios tape la olla podri- da y le haga propaganda al caos. Una vez más, mataron a manifestantes populares que salen a la calle a gritar su hambre, su desesperación, el robo del futuro. A veces el periodista debe ceder paso al ciudadano y animarse a enarbolar un sueño: esto no va a parar hasta que cientos de miles de compatriotas salgamos pacíficamente a llenar y ocupar la Nueve de Julio para gritar ¡basta!. La democracia no es un juego de tahúres, ni una película de gangsters. Háganse a un lado para siempre y dejen que hablen las urnas. O la Nación se hundirá, sin remedio, en una nueva tragedia¨ (10).

Pero… ¨aprendí que la palabra piquetero, que la palabra piquetera, conjuga muchos verbos. Aprendí que el pan puede amasar poesía. Y que la alegría de una murga infan- til puede anunciar nuevas rebeliones. Aprendí que cortar rutas es sólo una de las mane- ras que han encontrado los olvidados para sobresaltar al olvido (…) Desde la nada, desde la exclusión, desde la muerte social a la que los condenaron, hombres y mujeres, jóvenes, niños y niñas, reinventan cotidianamente la vida, su vida, la que les tocó vivir. No aceptan la condena. No aceptan convertirse en los descartados de la historia. Y por esas astucias que algunos llaman de dialéctica, y otros simplemente justicia, son ellos y ellas, piqueteros y piqueteras, quienes hacen posible con su protagonismo, el nacimiento en la Argentina de una nueva historia (…) Los negados para siempre, se rebelan. Los muertos caminan. Los desaparecidos se hacen presentes. Y los sin trabajo, en el límite mismo de perder su identidad, no sólo dan batalla por su identidad como seres humanos. Al hacerlo, se vuelven clase, se vuelven trabajadores en lucha, se vuelven pueblo…¨(5)

¨… La desinformación, avivada por la hipocresía y la torpeza intelectual de los grandes medios de comunicación, fue el lugar común. Las radios escupían infamias. Las pantallas soltaban imágenes y frases engañosas. Una realidad irrefutable que algunas organizaciones de piqueteros han sabido resumir en una consigna que todavía puede observarse en muros y paredes del Gran Buenos Aires: ´El gobierno nos mea y los medios dicen que llueve´…¨ (4).

VF

Denunciados – Malarriados

Torturados – Fusilados

Ellos traen los molinos

Y amasan nuestro pan.

Hoy se educa en la memoria

Y se vive en los demás:

La historia tuerce empujando

Al piquete hacia el poder.

VM

Es la nueva democracia:

El consenso popular

Ya no existen patrulleros

Que la puedan doblegar.

MTD: Movimiento de Trabajadores Desocupados

(*) ¿Qué entienden por ¨piquete¨ los diccionarios?: Nace esta palabra en el celta, y nos llega transcrita "peccus" en el bajo latín. En torno a este eje léxico se forman o se aglutinan las palabras relacionadas con pico y con picar. Muy próxima al piquete tenemos la piqueta, una herramienta de destrucción más discreta que el pico, pero de igual efectividad. En el piquete concurren algunos significados originales: aparte de expresarse con esa palabra los resultados de picar, tiene también el significado de ronzal, cuerda o cadena que sujeta la cabeza de la caballería al pesebre, para impedirle que se eche o que se rasque. Otro significado más común es el que asigna a piquete el valor de Grupo poco numeroso de soldados destinado a cierto servicio, particularmente a fusilar a un condenado a muerte.

Cuando hablamos de los piquetes sindicalistas nos referimos, claro está, a la versión sindical de los piquetes militares. Hablamos por tanto de tropas ligeras, de gran movilidad. Nace esta palabra en el ejército francés hacia 1680, tiempo en que se creó la compañía de granaderos. Para mantener la simetría en el batallón se creó un cuerpo igual de numeroso en el flanco contrario, con soldados mezclados de todas las compañías. Al no tener el cuerpo de piquetes una función concreta, se usaron de comodín, reduciendo cada vez más su número para aumentar su movilidad.

Parece no obstante que la palabra y el concepto de piquete se ajusta al valor de pica, estaca, etc. que tiene la palabra francesa piquet, como diminutivo de pique (pica, estaca…), y que coincide plenamente con la función principal que se acaba asignando a los piquetes en el ejército, que es la de imaginaria. He ahí el contexto en que emplea la palabra piquete el marqués de Mina en 1749: "…han acostumbrado algunos tener sólo una escala que era de piquete y aquellos oficiales estaban prontos a todo lo demás: v. gr. Venía de pronto una orden para salida, para forraje, etc. y marchaban los oficiales de piquete, nombrándose inmediatamente otro que siempre lo estaba en la idea y se llamaba piquete imaginario; y para que jamás hubiese retardo ni contingencia, debían los oficiales del piquete imaginario o segundo piquete, no salir del cuerpo y, cuando más, de la brigada. Las ordenanzas de 1728 definen así el piquete: "En cada batallón habrá siempre una guardia llamada de piquete, que se compondrá de 1 capitán, 1 subteniente, 2 sargentos y 50 hombres con 1 tambor." Las ordenanzas de 1768 establecen "que la guardia de cuartel que hasta ahora se ha conocido con el nombre de piquete se llamará de prevención."

Si es moderna la palabra piquete, y ha ido cambiando su valor, más moderna es su aplicación al mundo político y sindical. La Larousse recoge este nuevo valor. Tras referirse al piquete de ejecución como ejemplo de la definición militar del término (Pequeña fuerza armada que se emplea en diferentes servicios extraordinarios; retén, tropa de imaginaria o prevención), añade el significado político: Grupo reducido de activistas dedicados a la agitación política y social. (Su papel es básico en los movimientos huelguísticos). Según esta definición son agitadores, un eufemismo que encubre su violencia. (Mariano Ar)

(a) ¨La Fé¨ es un asentamiento de desocupados

(b) ¨Cartonero¨ se denomina al desocupado que junta cartón para vender

(1) ¨La historia y la actualidad en la Coordinadora Aníbal Verón¨, por Laura Vales. Diario Página 12.

(2) Declaraciones de Neka Jara, en ¨La historia y la actualidad de la Coordinadora Aníbal Verón¨, por Laura Vales. Diario Pábina 12.

(3) Declaraciones de Roberto López, en Idem anterior

(4) ¨¿Quién le teme a la Aníbal Verón?¨ por Hernán López Echagüe, Movimiento Cristianismo de Liberación

(5) ¨Por Darío y por Maxi¨ por Claudia Korol, Revista Wayruro

(6) ¨Operación masacre¨ por Indymedia Argentina

(7) ¨Rodolfo Walsh, los piqueteros fusilados y las Madres en un ida y vuelta interminable¨ por Demetrio Iramaín, Madres de Plaza de Mayo

(8) Palabras de Carlos Ramirez, transcriptas en Idem anterior

(9) ¨En honor de Darío y Maxi, impidamos el retorno a la barbarie represiva en la Argentina¨ por Cristina Feijoo y Lucio Salas Oroño, Rebelión

(10)¨Balas de hambre – balas de plomo¨ Red Eco Alternativo




de CUERDAS. Poemas inéditos, 2001




SORTILEGIO DEL CORTINADO


Mi cortina se hincha con los nuevos vientos del sur
Como un vientre encinto de la tarde ya rancia desafalleciente
Pero enérgica como leona en celo

La miro con mansedumbre de durazno
Considero su invasión como un ademán de vida
Una invitación
Para aspirar/ Hinchar el tórax/ Resucitar

De tantas impurezas
Polución en las conciencias
En vecinos o lejanos
Pastores o rebaños
Rescatar verdad y justicia trizadas
Sangrantes

Las pantallas y los parlantes ofrecen una versión
Integral del día
Pero como no hubo huracanes
Callan lo del viento y mi cortina

Olvidan tanta resurrección
La conversión
De tanto pasivo asesino o mentiroso
La feliz transmutación del mundo en sólo un día.

VENTANAS

Acostumbrado a la penumbra del cine el ojo
Se adueña de la noche y persigue
Cada luz prolijamente
Aún desde el sueño que lo abandona irremediable.

En las ventanas todavía corretean hijos
Y los adultos de torsos desnudos departen
Frente al espejo:
Del dinero/ Los cuerpos y las intimidades
Ajenas.

En el fin de siglo es posible
Contemplar el derrumbe de Roma en las ventanas.
Y en la oscuridad de la calle a las cuadrigas
Alzando prostitutas/ Mendigos de la droga
Desahuciados del bolsillo.

Y con el primer sol sobre la playa
Emerger a los gladiadores
Asexuados filmes repetidos hasta el cansancio
Cronometrando sus carreras
Sujetando las carnes para el sport.

Te advierto:
El amor es light o intoxica.

PIES DE NOCHE

Nuevamente tus pies varados como barcas en la sábana
Mientras dormís con luna en la frente y una estrellita en cada pecho
Los aprisiono para que latan en mi abrazo todo el barro
Arena y pedregal recorridos
Como si fuéramos diferentes:
Yo pudiera sentir tu sendero
O vos besaras la tierra con mis labios.

Permanezco contemplándote
Y acerco mis pies a los tuyos
Imaginándome cuadrúpedo/ O murmuración de palomas
En los aleros del patio
Tu sueño es una cesta de peces/ Y mi amor insomne
La brisa sobre el trigo recién molido.
Compartimos noches/ Pies y pieles felizmente diferentes.


AVE NOCTURNA

Boca arriba en la cama
Cansina la mirada fija
Un punto de luz en el estuco:
Esta noche vamos quedando solos
Y es finito el aire de la habitación.

Porque las puertas permanecen abiertas
Y dirimimos el paso de los hijos:
Es de noche y vamos quedando de espaldas
Con los ojos abiertos.

La soledad es una rosa blanca que pierde
Su aroma
O un distante aleteo que no cobra aún
La dimensión del ave.

ALEJANDRO

Cuando el espíritu disponga
Mostrarse/ Será la hora
De la tarde: Las tres o las tres
Y media/ En que las vidrieras
Recobren un plano de opacidad
Y todo para cada sombra
Se acomode en los estantes

(Será la misma hora -creo-
En la que Alejandro atase
En el horizonte oriente
Y occidente con la Biblioteca)

Cuando el espíritu se asome
Liviano/ Aunque poderoso
Tamborileará en los dedos
Como un relámpago
Como una arañita ciega
Como el sexo de un idiota
Como la tarde misma
Martillada/ Y de rodillas.

GLOBALIZACIÓN

Cuando se secaron los pañuelos
Nos sentamos alrededor de la mesa
Para conversar del enfermo.

Nos controlamos las manos
Uno a uno/ Dorso a dorso
Y concluímos que estaban corrompidas.

Éramos por tanto cinco los enfermos.
Fuimos a cerrar las ventanas
Por no pensar en otro millones

Que estaban fuera: enfermos
Pestilentes
Poniendo a secar pañuelos.

POEMA DEL BOTE DE PESCADORES

¿Qué quiere el que nos mira
Con catalejo
Desde el roquerío de la costa?

Dirán los dos hombres del bote
Bolita de El Quispe:
El del tarro y la soga
El de los remos.

Y yo:
He venido a verlos.
Sufrí Santiago
Trasegué los senderos
De Isla Negra
Partiré a Valparaíso
Sólo para verlos:

Enfilar hacia las crestas
Desaparecer de a ratos
Devorados por el ondulaje
Y aparearse a los ademanes
Oceánicos.
Sólo para verlos.

Pero ha emergido el tercero:
Un buzo con su malla
Colmada de tesoros
Y su traje de goma negra
Y brillante:
Semeja un cetáceo
Puesto al otro extremo
De la cuerda.

Y los otros le han pedido
O él dispone
Prender el motor y salir
Del alcance de mi catalejo.

¡Como si el mar fuera de ellos!

POEMA DEL PUENTE DE MADERA

Por él llegué.
Por él me iré.
Por este puente de madera
Que ata dos mundos.

De un lado el mar y
Las campanas.
Del otro llantos vegetales
Mi cama
Los manuscritos
Que me siguen
Como cable a tierra.

He estado parado sobre él
Tratando de medir
Con la aguja de mi cuerpo
El punto exacto que establece
La confluencia mágica.

Pero es inútil:
Cuando los cíclopes suspiran
Todo es impreciso
(Reservemos la explicación
Para la física cuántica).

Voy y vengo por este puente
De madera
Con la cabeza hirviendo
Y el estómago frío:
Intento justificar un equilibrio
Que no gobierno.

PRESENTE

¨...Que sea, pues, como si yo estuviera
a tu lado...¨ Walt Whitman
Se acabó la leña
Tampoco quedan brasas ni mis huellas
Calzan en los fantasmas
De arena.
He puesto un corcho
En la botella de vino:
Me ha sorprendido el frío.

Las valijas sueñan todavía
Ignorantes del cepo
Que les impone el silencio de mi partida.

¡Vamos! Una vuelta de llave
Aún un pensamiento furioso:
Verdemente heredada
Mi presencia se refleja
En las hojas del eucalipto.

10 de noviembre de 2007

de LA RESURRECCIÓN DE NERUDA, Taller de Letras, 1997




SUPERMERCADOS LETALES


Nosotros lo matamos. También nosotros
Con una legión de medusas
Y ante los mascarones. Frente al mar
En Isla Negra. Con todo el miedo
De tan callados. Maniatados. Impotentes
Incapaces de cantar al general Pinochet en los infiernos

Sepultos los precursores
¿Nos llorarán los zagueros?
(Pablo camina con ellos)

Nosotros los de hermanos silentes
¿Quiénes somos?
Nosotros, los sobrevivientes
¿Qué somos?

Ahora que pasamos los cincuentas
Nuestros hijos han crecido
Educados en el silencio. O con
el sortilegio de largos vanos ensayos.

¿Cuántos quedamos?
Ahora que sabemos corrompida la democracia
Que no nos veremos cara a cara ni con Leonardo
Ni con Whitman
Ahora que Ginsberg ha muerto
Que Neruda resucita en nuestra zaga

¿Es que somos verdaderamente pocos?
¿O nuestra simiente está podrida?
Porque estamos tullidos para la verdad
Y la justicia

Ahora que nos vemos amurallados
Por interminables mostradores de mármol:
Todo vuelve a estar en venta
Como en los supermercados
Con remeras del Che. Cuadritos de Lady Di. Náufragos y cómplices.



CLAUSURA

¿Cerraste la ventana?
Perderás el artificio de fuegos exteriores:
La piel de los duraznos
Vuelos del verano
Desvestido en la azotea del vecino

También habrás perdido
Tiempo de sirenas - bebés - informativos
Prado de antenas. El hollín
Tíos y tías de visita no esperados

Te quedan cinco llaves
La biblioteca
El plato con uvas. Húmedas todavía


PEZ

Atrapado en anzuelos de la realidad
Abandoné
Ficciones. Aguas tiernas de insomnio.
Imposible fabular modelos
Cuando es pescado el pez.
No más preguntas al vacío:
Hay que respirar, responder, educar
Ojos fijos, redondos
Y al muñeco de angustias
Darle sangre y barro nuevos de comer.
No se me permitan coletazos
Recaer en rebeldía
Alguna incoherencia
La sinrazón.
¡Hay dientes de león en el aceite!

CADENAS

Si somos acaso del flujo en las arterias
Tan sólo un átomo en la sangre
De quien conoce ser un punto
De sangre en otro cuerpo superior.

Si acaso en juegos infantiles se pulsan
Mareas invisibles en órbitas gigantes
Para otra raza de hombres - briznas

¿De qué sirven las ciudades
La juramentada carne?

Si es finito el hombre en eslabones
Del micrón al cosmos. Del grano
Al desierto insondable del olvido
¿En qué abismo final estalla la materia?

¿O son perpetuas las cadenas
La soldadesca invade puentes. Hay puertas
Candadas por la cifra que aún buscamos
Con ritos oscuros simuladores de asombro?

BESO

Clave-sin-copa. El beso
Esa brizna de arena copa a copa
Filo con flor contra-flor-al resto
Del mar el mar penetra.

Dos campanas enlazan sus badajos
Ambas copas estallan en el brindis
Del vino de Caná
Hoy primero: El final. El verdadero

Es beso del Lorraine-última-fila
Apenas alertado por linternas
O es beso desesperado: beso de taxi
Cuando la bruma muerde dentro y fuera
Y no al retrovisor

Es beso de zaguán-fugaz-esquina
En cruce de ventanas y visillos
O en baño de hotel. Ascensor. Playa
Al amanecer beso de hallazgo.
Y en plazas de invierno cuando el beso
Nace aterido y sube ardiente hasta
El mercurio o más alto.
Todavía hay besos sorprendentes

Y es esa la señal de Dios. Es este
El lecho. Esta la hoguera

Una historia de ardor puesta de bruces
Legisla. Impera. Multiplica:
Escaleras abajo caen besos
De la catedral de Leningrado
El juez besa su cruz. Firma y olvida.

O el beso irrumpe en reuniones de la izquierda
Vernácula (Es difícil
Distinguir el que besa del que es besado)

Es claro en la pantalla: Allen besa
A la hermana de Hanna y al espejo
De Diana: yo la beso y en su historia
De ardor ato mi hoguera.

HOMENAJES

Al alma de la hiedra y del recuerdo
A todos los manubrios de la tarde
Al cristal del océano en que espero
Y el reflejo de ayer que fluye en río

Al fuego y a la noche. Al humo. Al sueño
Al tacto temeroso al desnudarte
Al invierno de umbrales cenicientos
Al triángulo de luz que cuela y calla

A una sola palabra:
Al verso en vuelo
Al zumbido de avispas como ideas
A la tela de araña contra el viento
Al ardor de tu cuello entre mis labios
Al padre en la caverna: bronco y sabio

A la gota de acíbar y a la daga
A la eléctrica unción del pensamiento
A todas las monturas de la tarde
Al látigo del agua en cada puerto

Al que vuelve del sur y del exilio
Al que vuelve del cepo y del silencio
Al que grita justicia
Al que la otorga y
Al que aúlla en las sombras por el verbo

Al más tardado sol. El decisivo

MÁQUINA DE DIA

Yo me voy
Y se queda
Murmurando de bruces en la mesa.
Doméstico animal con versos de once
Flotando en la pollera.

Ella se queda
Por las tardes últimas:
Cráneo metálico - coraza - buque
Voz de metralla negra

Ella torna a vivir según mi espejo

Desde su boca de hojalata parto
Me interno en trenes como calles - diarios
Con forma de barquillos - papirolas
Cuando me voy
Sin ella
Caigo en el fondo inerme de teléfonos
En estanques con loros
Ínsulas de la nada y de las uñas.

Ella torna a vivir según mi espejo

Y al volver
Y estrecharla
Ella ardiente en la noche y resoplando
Su celo de arpa. Sus furiosas lenguas
Diagonales en hileras del teclado
Son sendas abiertas como sexos

Cuando vuelvo
Es de noche
Mi máquina comienza a hilar la luna:
En el largo poema de mis días
Un pie feliz habrá
Un verso blanco que adivino el último

Ella torna a vivir según mi espejo

INSOMNES

Cuando la noche se extrema
Naufragándonos la luna
Tan de negro
Tan desnuda
Susurrando a las mejillas
Silenciándonos discursos
Garras negras
Tenebrosas
Tentativas de la muerte.






de POESIA VARIA, Editorial Botella al Mar, 1982




CACERIA DEL AIRE
-fragmento-

Y confluyen, se funden, integran convoyes
De cebollas y de acelgas, de tomates en andas.
Vuelcan en Corrientes, rompen filas
Sacuden al pasaje que ya ha despertado
Y extrañando, lagrimea.

Rota su participación en el aire
La asamblea se congrega por la noche.
Pájaros verdes se extreman en las jaulas
O en sarcófagos de árbol redivivo.
Tras cristales se contemplan, se disponen
A otro viaje, a otra aurora,
Al remate, a la puja, al mercado
De esclavos comestibles y a las fauces
De cada invierno sentándose a la mesa.
Verdeterno en columnas, en paredes, espirales.

Lechugas cristalinas, capullos, clorofila
En manos frescas, en ramos de agua verde,
Se suben al altar de las ofertas
Y desposan sensuales los hinojos.
Cortejo de crespas escarolas.
Tribunal de los espárragos.
Platea de habas en el coro.

Invisibles odres de arroyo en los berros
Tumultuosos se desatan y amantes
Envuelven las acelgas, las nabizas,
A espinacas presuntuosas huyéndole a la noche,
Con prensiles lunas verdes y amarillas.
Choclos sabios. Sahúman oréganos el templo.

Y la ceremonial cebolla
Viste el oro y el cristal en pedrerías
De su hábito. Gira, contornea grávida
Su ácida esfera en las estibas.
Comulgan un destino común los vegetales
De embrión a embrión bosteza el mundo.

¨Poesía varia¨. Antología de integrantes del taller literario de Grillo Della Paolera, que incluyó trabajos de Silvia Clarck, Hugo Correa Luna, Victoria Foxhall, Cristina Hernáez, Héctor López, Helena Pan, Carola Reyna, Susana Sassano, Marcelo Sierra y Adriana Waiser. Dijo Félix (Grillo) Della Paolera en el prólogo: ¨... Carlos Cartolano confirma el aplomo alcanzado a lo largo de un sostenido -y lúcido- ejercicio de la poesía. De ahí que su empleo del verso libre no sea gratuito ni arbitrario; posee con creces la fluida soltura que se alcanza cuando los rigores de la métrica y el ritmo ya han sido cabalmente dominados. Las imágenes y las metáforas atestiguan una honda fidelidad a los renovados prodigios terrenales, a los paisajes que evoca o que descubre...¨.

de PURO CUENTO -Revista literaria Nro 1- 1976




Las Perdices


¨Saber significa poder sostenerse ante la verdad. Esta
tiene el carácter de la manifestación del ente.
Entonces,
el saber consiste en poder
estar en dicha manifestación

del ente y en mantenerla¨.
Martín Heidegger


La planicie pardo amarillenta del rastrojo y las sierras del Azul, violadas por la distancia. El cielo gris, cayendo a plomo sobre la pampa ancha y quieta, la pampa lúbrica que a esta hora comunica sólo latidos sordos. Aquí la figura de León es como un insulto: la escopeta colgando a un lado del cuerpo, tercer brazo violento y frío, estrellando las botas sobre los rastrojos, espera levantar las perdices coloradas que pueblan el Lartigau. Cuando silben contra el viento, León disparará y en estertor de plumas, las coloradas desleídas de libertad, caerán como muñecas de trapo.

Viajé al mundo de los capangas huyendo de la síntesis de la pampa; llevé conmigo la fotografía sepia de León. En ella, se lo ve sonriendo anticipadamente al escabeche de colorada, mientras extiende a mis ojos el pobre bicho muerto, abiertas las alas, reverenciando con la cabeza dislocada la inefable obra del fotógrafo. Entonces aprendí lo que significa poner huevos en la geografía. Donde fui encontré la señal de León. Una multitud de hombres y mujeres en la gesta de la verdad me ofrecieron nidos en los que desovar. Permití que me derribasen cuando me sostenía contra el viento y cobré venganza disparando desde plazas colmadas de niños, contra erráticas migraciones de aves del sur.

Lo convencional es desayunarse a la ciudad desde el tren y en Plaza Constitución o del Retiro en busca de una cara de hombre, saborear un aire espeso, gredoso. Pero no es frecuente afincar acunado en la compañía de Gringa desde el bar de La Palomita, hasta reconocer circunstancia en el aire espeso, gredoso.

Comencé amando sus manos, cabos de su cuerpo. Luego el conocimiento del cuerpo, cabo del alma de Gringa, cinturón salvavidas del que me aferré para no dejar de reir juntos. Entonces deseé que la fotografía sepia de León permaneciese por buen tiempo entre las páginas de un libro olvidado de Gringa. Ella quería de mí lo que en ciernes yo balbucía indescifrable. Tentaba en sus muslos la caricia segura de León.

Su imán, prendido al lecho en la quietud de la pampa del ratrojo, hendía mi pelvis hasta semejar la metralla de León destrozando vuelos. Mi voluntad, presa en el nudo que alimentaba las noches, fue ciega a la libertad de la pampa evocada, al destello del mundo de capangas. Sometida, cicatrizó las heridas del abandono original.

Cuando me faltó varias noches, comprendí que Gringa evocaba la presencia de León, desde la fotografía. Reconocía la señal del criminal sonriente bajo mis pasos. Los primeros intervalos de soledad en el nuevo mundo fueron los de la recaída. La necesidad de huir de la pareja que anudaría el regreso de León, desgajó los lazos que habían aferrado mi voluntad al destino de Gringa.

Viajé inciertamente hasta topar con la galería coronada de tejas, grandes arcadas con cortinas de lona batiente y juegos en el arabesco de las baldosas. Hasta topar con el que llora a León que no ha vuelto de la caza de coloradas. Habitando la galería en que acurrucado en un sillón de mimbre él llora odiando a León, deseando que en su breve vuelo se haya instalado la perdigonada. Comprendo entonces.

Comprendo que es inútil empuñar la escopeta del propio León para carle caza, para desentrañar el rumbo de Gringa o para buscar a Dios. Hasta comprobar que cuando los capangas renuncien a la hipocresía y se evidencie el precipicio de sus diferencias, y sus luchas se dispongan hacia el poniente, mi frente de batalla estará en la planicie pardo amarillenta del rastrojo.

Grünbein, 14 de setiembre de 1976. Contra los silos cargados de grano, el terraplén que llega tajando en dos la pampa desde la hondonada de Bahía Blanca. Me llamaron para que viniera a encontrarlo deshecho sobre la ruta, dándole la cara al diablo, como siempre. Termino de descargar mis ansias en el humo del cigarrillo, apoyado en la pared del almacén de Schmidt, y contesto cansinamente las preguntas del policía: -No lo veía desde hace dos años, poco antes de la muerte de Perón. Entonces trabajaba en la fábrica de harina de pescado. Un peronista de la primera hora, sí. Ocupaba un cargo sindical.

El cuerpo de León se recorta al borde del pavimento, envuelto en una nube de llovizna luminosa. Permanecen encendidos los buscahuellas de los coches que lo flanquean, enfocándolo. Es la visión de un gigante abatido. Aunque no le veo ahora la cara, se que tiene los ojos abiertos y que ve a través de la máscara de greda que le oprime los pómulo. Se que tiene la boca cerrada y que carece de cualquier silencio para nosotros que sea distinto de este silencio. El de su espalda dada vuelta para los que permanecemos en vela con la pampa.

El agua va licuando las manchas de sangre que filigranaron el cemento. Todo se reduce a un líquido rosado que brilla a la luz de los reflectores y que busca los oyuelos de la tierra para formar charcos. Tal parece que el terreno, sorbiendo su sangre, recobra el hálito vital de León.

Me sorprende el estallido de las puertas de dos coches que se van, uno de ellos con el interrogador. Quedan algunos hombres requisando el coche de León, el parabrisas destrozado por la metralla. Se lo han llevado y no queda para mí nada más que la risa de León, descompuesta por el viento, prendiéndose de las ramas de los sauces. Y la noche, que fermenta distancias.

Le pido una ginebra a Schmidt. Caigo contra el fondo el vaso en instantes y pido otra.

- Está con el loco de la laguna, me dice.
- Voy, digo, y estrello el vaso contra el mostrador.
- Cuando su hermano desapareció la vimos poco. Seguro anduvo como un perro penando por ahí. Hasta que el loco la convenció y se fue con él.

No pudo convencerla, pienso. Se está matando. Y pregunto:

- ¿Quién vive con el loco?
- Los perros, sonríe Schmidt. -Él y la Gringa y los perros, repite.

El loco se queda mirándome. Está fiero y crispado como solo él puede. Me apunta y se apoya contra el marco de la puerta. Podemos mirarnos fríamente largo rato. Estamos en medio del salitre; los labios de la laguna son anillos blancos dibujados por gaviotas. Sólo esa casa y un tamarisco alto que la rodea, aislándola del paisaje. Donde la naturaleza es inmutable, los hombres no cambian sus gestos. Sólo esta casa, la casamata del alemán que llegó hasta Leningrado y que se volvió loco durante el invierno ruso.

Gringa lo flanquea. Viste blusa y amplia pollera rojas. Descalza, se planta delante de mí y me mira desafiante. Tiene la mirada de León. El loco deja que se adelante, seguro. Desde el mar, el viento la empuja hacia mí y me trae su antiguo sabor, hasta hacerme sentir solo como nunca. Hasta mí, la pollera roja vuela como un desafío.

- Andate, dice ahora Gringa. Y el loco vuelve a apuntarme.

He puesto el motor en marcha. Estoy viendo a Gringa, vestida de rojo. La veo con plumas que bate el viento, reverenciando con su cabeza dislocada las ocurrencias machas del loco.

Los perros me dejan pasar. Después corren desesperadamente a ambos lados del coche ladrándole a las ruedas. Atrás, como un castillo de nieve, los elevadores de Ingeniero White, los gigantescos brazos de Dios en la pampa, amojonando rastrojos.



¨Puro cuento¨ Nro 1. Revista literaria que en su número 1 editó trabajos de Julio Azzimonti, Libertad Demitrópulos, Joaquín Giannuzzi, Ernesto Goldar, Santiago Grimani, José Losada, Esteban Mellino, Cristina Muente, Daniel Rodríguez y Francisco Tomat Guido.

de LOS CANTOS VAN AL CANTO, Editorial Ergon, 1969




(1) de LA PITIA DE BUENOS AIRES

No ausencien los hombres sus pechos.
Yo soy el pulgar en la mano de Dios.

A mi alcance transcurren las cosas,
se gastan pronombres
y mi senectud.

Los años de sal apacientan
con santa pasión: las alas de un ángel,
el agua de un pez, de un hombre
los sueños que el cristal cuida
y relumbra al fin, el reloj
de un muerto
marcando la hora, finiendo funeral,
las hojas de un otoño inefable,
los dientes de Adán,
la luz del ciego que gime
destello de humanidad.

Sangran y sangran cosas sagradas.
Yo soy el pulgar en la mano de Dios.
Me transcurren. Ellas giran, enmudecen,
no las detendré.
Soy viejo, soy viejo:
confesión de calles una sola angustia,
ceguera de mí.

Identifico, acomodo, clasifico,
reproduzco:
las hay aquí en las ferias de Buenos Aires
abundan.
Basta que me invoquen y se las darán.


(5) de LA PITIA DE BUENOS AIRES

Yo tierra.
Yo no más que tierra
parado o sentado sobre la tierra.
Yo tierra:
sobre la gemas prestas
de sus semillas granas,
vuelvo a ser tierra.

(7) de LA PITIA DE BUENOS AIRES

Puede suceder en un café de Italia
y de Palermo,
en una taza de Corrientes o La Boca;
sólo un turbión de negros
entrecruces, perdones, piélagos
de ojos que anochecen
de ausencia.

Cunde el juego y el resorte
de ruidos, de quejidos
y de sombras con voces,
con ronquidos de sifón,
de eterno diente y de parada dulce:
ausencia y refrigerio.
¿Qué no haría
tras el relumbre pretencioso del cigarro,
por hallarme frente a frente,
soplo a soplo
con tu ausencia trasnochada?

(10) de LA PITIA DE BUENOS AIRES

Ya el corro interminado;
ya la vigilia que trastoca
la gelinita de un tren y su pasaje.

Compro las noticias
que van a tentar mi descanso;
descorro las tulipas blancas
de mi lecho sarcofagado
y me adelgazo con la pluma preparada.