El registro de mis días, segundo por segundo: memorias del deseo. La cópula ferviente, cenas del fantasma, solo un ventanuco por verla transcurrir.
Deseo y realidad
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: Antonio Saura (c)
Apenas
soy un cruce, el puente ciego que presiente distancias y contiene mi vacío. El
latido soy, cuando intenta incorporarse.
Cruce, puente, latido
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: John William Waterhouse
Con
caricias palpo identidad. El índice taladra mi cuerpo. La mirada es un gusano
que cava túneles de lado a lado en las esferas.
Gusano del espacio
Ilustración: Raffaele Beretta (c)
Por
dolor comienza la crisis, y treinta años más tarde extraen una piedra a la
locura. Es el individuo que habitó la diosa; y esta posesa de lunas que se
llama amor.
Comienzo y fin de la
locura
Este
es orden de pensamiento, aunque no cuanto concilia bajo pieles y experiencia.
La osamenta fluye líquida con el tiempo; es la vertiente. Palabra que baila en
la pajarera: hilo de pájaros blancos.
Orden y juego
Ilustración: Ignacio Habrika (c)
Rehén
del idioma, le pregunto y me pregunto. Releo al leer la estructura con que
todas las palabras se unen en la misma. Releo para no olvidar. Me recuerdo
rehén de propia lengua, decido la edición.
Retención
Ilustración: María Marta Crespo (c)
Con
cada letra del poema estoy presente en todas partes, viajero contumaz, prendido
de lo innumerable: miradas refiero, tantas como granos de arena. No me olvides;
te recuerdo.
Viajero
Ilustración: RTVE (c)
Pero
el poema conoce cada lectura y totaliza minuto tras minuto. Es un ser vivo, lleva
visión de trescientos sesenta grados, y transparenta el tiempo: su voz monta
conciencia e inconsciente.
El poema sabe
Diverso
es el lector, abandónico, inconsecuente.
Del libro que deja a un lado, solo recuerda puntuación. Ni siquiera el título;
es cruel tu olvido.
El lector
Ilustración: Ver de verdad (c)
¿Qué
estás pensando de esto que escribí? ¿Acaso es lo que esperabas leer? Y si no,
¿qué?. Con deseos se nutre la existencia y la escritura suspira al presentir.
Deseos
Ilustración: Francisco Zúñiga (c)
Pero
la corona de laureles es siempre del lector, porque con lecturas prosiguientes
se alimenta la poética. Que es solo una: la que preexiste y desde el principio
de los tiempos germinamos. Lo que es raíz no muta.
Poética
Ilustración: Bruno Millan (c)
Y
el segundo plano desborda de tanto como no recuerdo haber escrito, o cuanto aunque
pensado callé; esto que faltó aclarar, aquello que escribí veladamente. Más lo
que maldije o dije mal.
Los dos planos
Ilustración: Greg Dunn (c)
Bueno, ya sabés: en este
oficio de esperar respuestas fuga la vida. Cada primer plano: apenas morro de
cuerpo por pasar. Magnífico el sustantivo poético, y también lo es el verbo porque
precipita, cuando suma mil en uno.
Las respuestas
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: Jade Rivera (c)
Alfonsina
por nacer, hembra, embrión: es mi poema. En ella el deseo puede dibujar todas
las mujeres de la tierra. Ocupará el centro, se le parecerán esas vecinas, ovulará
poesía en todas alfonsinas.
Alfonsinas
Me
llamo diferente, así como me llaman, tal vez como se ignoran todos los nombres
del planeta.
Un nombre
Ilustración: Una pizca de cmha (c)
La
piel es trazo cuando hiere, vuelta de campana sobre el muelle, proclama y verso,
húmeda señal de cuanto enciende y aparea.
Encuentros
Ilustración: Ana Razo (c)
Brindar
espacio a la oralidad. A instalaciones que sumen otras artes; es del hombre
esta primera mezcla. Él, esclavo de piernas peregrinas, rebelde del coxis, mana
cristales desde el iris, y líquidos volúmenes del pecho.
Substancia el hombre
Ilustración: Francisco Castillo Barriga (c)
Los
poetas, con libros más pequeños cada vez. La palabra dicen: eso mide y
sobresale, pero en otros es que magnifica el editado. Ocupa el trono la
lectura; ella poetiza al infinito. ¡Mírenla en mi valle, y en altos de abedul!
La lectura
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: Lita Cabellut (c)
Acaso por dentro hueco, o cuanto rellena y sujeta, es alma. Acaso liviano, quizás punto de fusión, reflejo en otro. El nombre es marca, también reflejo y antes conmemoración. Y tiempo atrás, huella y trazo.
Alma completa
Fantasma
de mí cuando escribo, y todo en torno se afantasma. El mundo según opuesto de
mí, es reflejo del nombre y de estas plantas que sostienen mi cuerpo en los
acantilados.
Fantasmas
Ilutración: Danza del psicoanálisis (c)
Y
al estío, cuando fructosas encharcan su tálamo, la matriarca ejecuta al rey y
canoniza. El hombre, como el verso, es simple eslabón evolutivo.
Evolución
Ilustración: José Balmes (c)
A
ella alcanza y entonces sacraliza. El punto más alto del aras trepa ojos de hechicera.
Ella reúne y separa, cierne y abrillanta; con su rito lo bello rescata de odios
y oprobio. Entonces, una hierba flamante florece ardorosa.
Voces de la poeta
Denis Sarazhin(c)
Palabras en encuentro
fortuito o forjado, la hilera es pascua de ambos reinos.
Pascua
Ilustración: El Bosco
En
ferias habita el verso, y en aromas que lleva el aire, habla en sueños de
labradores, y siempre espera junto al agua.
Habitaciones
Ilustración: Denis Sarazhin (c)
Surco
primero, después línea, fila y verso. Culto de hileras, función de nombre para versus, donde el hombre se sumerge y
cosecha, y cuando la imagen puesta en pie propone. Solo en prosa: recta. Pero aquí,
sin cabos ni cesuras.
Etimologías
Ilustración: Denis Sarazhin (c)
Entonces
el rostro puede dibujarse sobre el agua, en la playa con baja marea, reproducirlo
en la memoria –ella progresa y nunca esfuma–.
Después, extiendo el índice y con letras en el aire obedezco al
recuerdo. Allí también versea.
Versear
Ilustración: Denis Sarazhin (c)
Hierba
nueva, hojas acaso sin tallo, páginas sin cola ni costura. La cesura fue
haciéndose invisible; solo lo hueco y liviano –franca ingenuidad, bendita
tersura– quedó a flote.
De hierba
Ilustración: José Balmes (c)
Mientras
él espera, ella dibuja la máscara del día. Será por vez primera; y sin dudarlo,
quedará en pie por cuanto reste.
Vertiente
Ilustración: S Moda (c)
Que
en mí quepa un universo. Vea en él un rostro, o lea solo una palabra. Esta
ilusión es el poema, un punto por cada amanecer, el alimento que mana con
lecturas sucesivas.
Retroalimentación
Ilustración: El ático del alma (c)
Entonces, si morir es
haber nacido –Borges–, el idioma concita de mareas a tifones, del temblor a la
aciaga guerra. Y entre el afecto carnal, que mueve el mundo, y la soledad de un
ciego, transcurre el pasado interminable.
Más de El Hacedor
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: Bruno Isakovic (c)
He
pensado una palabra. La existencia consiste
entonces en decir o callar un significante
que alcance a mayorías. Una palabra con potencia suficiente, como para dar por
tierra bastante más que un castillo de naipes.
Parábola del palacio II
Ilustración: Pinterest (c)
Mi
recorrido tropieza con esquinas, recodos y estrecheces. He traspuesto ya las
sensaciones de curvatura suave y círculo secreto –Borges–. Creo haber alcanzado
la fecha del encuentro.
Parábola del palacio I
El
respeto de sí y por el otro, supone escucharse, reconociendo que somos mortales
e inmortales a la vez. Así, como el primer hombre.
La condición humana
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: Arnold Böcklin (c)
Me
acostumbré a citar cierta ficción milenaria como un dios, omitiendo dios a
secas, y por añadidura quitando la mayúscula.
La democracia
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2019
Ilustración: En mesopotamia
