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26 de julio de 2019

Pizarras, pantallas ...




 Pizarras, pantallas, páginas transidas de tinta lavable, riquezas que el insomnio agota. New York, bajo Manhattan, entre Broadway y el río Este: en una tienda de fantasmas silenciosos invocan al demonio.
Pero ¿cuál es el fin?


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Dylan Hoffman (c)

En tanto llueven ...



  En tanto llueven tiempo y circunstancia; la memoria es masa acuosa que agoniza el entubado. Sólo sería estable la mirada si no fuera por tanto filtro como imponen los concilios. Y además, rige aquí –y en Francia, en Israel, en Oriente extremo– la antipoesía, y ¡cómo pesa, Dardo!


Cae Wall Street decía entonces el poeta

(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Dreamstime (c)

Algún manuscrito ...




  Algún manuscrito arderá, o será barrido por un río ajeno.  La supervivencia es inconstante; sólo estabiliza en mi horizonte esta guerra y la ignorancia.
Parte el silencio


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Cabo Leeuwin (c)

Otro domingo ...




  Otro domingo destempló, desasido, desnudándose desde el ventanal este. Mis lunes recelan por ceses de la lluvia, aguas de bautismo, secretos de la más íntima humedad. Cuando el film se detiene, la memoria satura y parece que por delante el cauce es ciego. Entonces bendigo la sonrisa.

Lunes sartreano
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: José Manuel Capuletti (c)

Qué queda al poeta ...




  Qué queda al poeta, entonces, sino permitirse violín o cítara, altavoz para su mundo en pie: un estadio. Así agigante el susurro compartido, como fiebre de Afganistán, (…) deliberada morfina.

Juan José Saer II


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Mex BCN (c)

Hasta conocerme ...




 Hasta conocerme cimas y mesetas, caer en vacíos de conciencia mi consciente. Ojos bien cerrados, o descorrer telón a la mirada; en cualquier caso descubrir en sí lo natural y al fondo la poesía: esa multitud que suma cuerpos al poema, fosforesce. Asumida historia dice, en ida y vuelta, hasta tocar la esencia. El misterio es la expresión, y él dice: un río incierto (…) me lleva del recuerdo a la voz. Así: he venido descifrando murmuraciones, susurros y misivas de la noche.
Juan José Saer I


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Spencer Tunick (c)

Este suspiro ...




  Este suspiro no es lo que aquel era. La existencia muta hasta el desborde. Aunque vea con nitidez, debe saber con los sentidos, después conocer y memorizar. Son tantas las pajareras, tantos vuelos por remontar, infinitos piares sacuden el cerco de aire.
Suspiros


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Enviar flores (c)

Hay un tiempo ...




  Hay un tiempo de encuentro. Cuando la búsqueda monta la realidad; es un tiempo de frutos y memoria. Rara vez se alcanzan los orillas, aun cuando los ríos confluyan y al unísono latan los corazones. Siempre baldíos, murmullos indescifrados, bruma, blancos que mantienen espera en alto, y sin suspiros.
Cuentas sobre la mesa


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: José Chávez Morado (c)

21 de julio de 2019

Yo hablé ...




 Yo hablé con el pájaro. Mientras le explicaba cómo abrir y cerrar el pico, le dije dónde el manzano del poeta, cuál la dirección del viento y para qué murmullos prosiguientes. El discurso fue biografía, confesión y sentencia. Asumía formas de ojal o bocallave y al fondo alumbraba el cristalino.

El poeta confía
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Arshile Gorky (c)

La presión ...




  La presión en párpados es deidavuelta: mi noche intenta sobrevida y la realidad apuñala, multiplica altavoces. Van ya muchos días donde la espera, por mirarme en la mirada, de me sorprender con el primer descubrimiento, revelar cuanto no corporal florece y ahija letraletra. Cuando quito puerta y trampa a las pajareras.

Turbulencias de exterior
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Tatuajes Tatoos (c)

Entidad del bosque azul ...




  Entidad del bosque azul en las piernas. Donde lo transcurrido arboriza: pasión, dolores con luz y gozos a la sombra. Eso que la suma de miradas creyó totalizar se desliza por las piernas, sujeta al erectus hasta quién sabe cuándo.

De pie mientras duele
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Chronic Ink Tatoo (c)

La cera del borde...




  La cera del borde, un diente al ensamblar, apetitos de la forma, subyugación en las arterias, diversidades del ánimo, valencias que despierta una mirada al pasar, aspereza en las yemas, olores de imagen si supone, salpicaduras de luz, lágrimas durante el sueño, el despojo y quien despoja, lo inesperado y cuanto confirma la sospecha, eso que prosigue si es así, la alusión: soplos en la persona que está por ser, lo mínimo como certeza, el agua que escurre tras enjuagar manos, días y espera. Mi escribidor es material crítico, y sólo pocas veces logra orbitar un resultado.

Leyendo a Fernando Sánchez Sorondo
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Vanessa Roca (c)

17 de julio de 2019

A bordo, y empujando el bote...




  A bordo, y empujando el bote. Los opuestos cumplen su tarea. Estoy secándome al sol y hundido en opacidad. La existencia consiste en superar las agonías y tender la vista para ganarle al tiempo, dicen. Estoy en el capítulo de sumas y saldos, con puntos y comas.

Estoy
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Luca Pierro (c)

Entonces soy este que dice ...


  Entonces soy este que dice, cuanto queda dicho, la línea que contiene y el medio que alcanza la ribera. Acaso estuario, cuando las islas se deshicieron terrón por terrón, piedra por piedra de entregas a deshora. Soy mi sombra y soy el gris profundo del error, a rastras me veo, cercado por horarios de mareas, mitos de amor, cicatrices del sexo. Cargo el latido y la mirada.

¡Este soy!

(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Fabrizio Cornelli (c) 

Porque hay un tiempo de esperas...




  Porque hay un tiempo de espera, la paciencia que dibuja más allá del cuerpo olimpos de placer, nombres al altar, justicias del idioma, amistades que vindican la memoria; puertas adentro es universo. La intimidad: conducto que perfora la mirada por contemplar la suma y el tesoro.

Síntesis y nuevo punto de partida


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Stabat Mater (c)

Allí el poema sale ...



  Allí el poema sale a flote: sobrenada aguas-aires de encuentro en las miradas. El a través de la palabra corona color en lo diverso: es la botella que arrastra la esencia mar adentro, el punto en que la gravedad diluye, el plazo que define desenlace y marejadas.

Dos horas antes del amanecer

(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Astra Volga (c)

12 de julio de 2019

La introspección ...



  La introspección orienta -y siempre persuade- sobre el empleo de medios y herramientas. La extroversión pone a flote de atmósfera y aguas del común y general.

Doble destinación a un solo fin


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilusteación: Florencia Gómez (c)

Y entonces es posible




  Y entonces es posible invertir la secuencia. Primero el arte, después forma e imagen, y finalmente la mirada. Aunque para integrar la secuencia creativa habrá sido necesaria la contemplación en ambas direcciones. Ella fortalece y prodiga.

Secuencia creativa


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Escher remixado

El misterio del arte...




  El misterio del arte se devela en todo tiempo, pero aun así es impenetrable. Consiste en preexistencias del poema, del color sobre la tela, o sendas del cincel sobre la piedra, en pasos, voces, ecos y armonías. Formas a seducir y conformar –aunque el último infinitivo parezca redundante–. Sólo  es necesario emplear el don de la mirada; algunos se asombran frente al descubrimiento porque han sido capaces de verlo.

El don
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Theo Jansen (c)

La contemplación, superadora...




  La contemplación, superadora del pensamiento, percibe “las metanecesidades, los valores últimos, la consciencia de unidad, las experiencias cumbre, el éxtasis, los encuentros místicos, el ser, la autoactualización, la esencia, el asombro, el sentido final, la trascendencia del self, el espíritu, la unidad, la conciencia cósmica”. Todas cuestiones que abarca “la cuarta fuerza” o “psicología transpersonal”, según definió en 1969 la revista “Journal of Transpersonal Psychology”.

La cuarta fuerza


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Aliexpress (c)

Una vez descubierta ...




  Una vez descubierta la belleza, sólo se desea estar en presencia de ella. La cercanía y la contemplación son fundamentos del ser, y en consecuencia de su hacer.

Estar, ser y hacer
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Edouard Manet

La mente, el corazón...



  La mente, el corazón y los sentidos, se comprometen por igual en la mirada amorosa, dice Lao Tsé. Entonces, la visión responde al ideal, y el concepto de belleza integral, se ajusta a la forma interior. No existe mayor gozo.

La belleza
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Conciencia sin fronteras (c)

8 de julio de 2019

Y volverá a nacer...




  Y volverá a nacer: más pura, más dulce mañana, próxima al retrato que anidó forma en mi interior.

Memorias al trasluz
JCGorlier
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Joan Massanet (c)

Qué hacer con ella ...




  Qué hacer con ella, con esta rapaz pregunto: trae las piernas mojadas, brotado el vello, es un ramo de pajarita y semillero, la más firme encarnación de sobrevida. Cómo montar esta mirada cuando no le quedan dientes al molino, y está seca la garganta, enredado el verbo. Acaso dilapidar cordura, tan sólo contemplar cómo mi deseo desviste agujas sobre la esfera del reloj. No admite cárceles la imagen; crece hasta abrazar mundos por descubrir.

Nacimiento de venus


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Manolo Fuster (c)

No olvidar el silencio ...




  No olvidar el silencio, la página en blanco, constancias del fuera de foco, los días sin nombre, caminar a solas, la inmersión prolongada en el agua. En todo ello se abrevan fuerza y sobrevida. Tampoco evitar el contacto con la piel amada, tanto en labios como mirada. Porque prolonga y fructifica.

Respirar, como mirar
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Domestika (c)

En el centro...



  En el centro está la respuesta: quién soy y qué quiero. También está el nudo que sujeta el cuerpo a cuanto siento, y las cuerdas que vinculan mi existencia con las semejantes. Nudos y vínculos pueden tensarse y ajustar más de lo deseado, y en ocasiones será oportuno aflojarlos. Sólo la propia mirada dispondrá cortes o desajustes; ella difícilmente yerre.

La marioneta y Lao Tse.


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Domestika (c)

1 de julio de 2019

Cuando una mirada...




 Cuando una mirada se busca oído, la palabra es niña del ojo, manzana de privilegio, la realidad es un segmento donde se apiñan letras como insectos. Cada palabra primero, cada verso luego, son frescos que hacen justicia. No hay dos palabras para una imagen, ni más de una imagen para la mirada, porque ésta es arma: funda, vocifera, convoca, escandaliza, y mucho más.

Arma la mirada
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Doméstika (c)

Circa y metamorfosis ...




  Circa y metamorfosis marcan los extremos, y entre ellos dilata el circuito. La mirada recorre la esfera, un andarivel o surco, el bolillero, en busca de accidentes y excepciones. Cada imagen traza un horizonte entre taludes; en él se miden tiempo y vocaciones de color, sonido, aroma y tacto. No hay viajero del iris que sepa cuál será su último circuito.

Circuitos sinfín
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Bernard Williams (c)

Por dónde empezar ...




  Por dónde empezar, pregunto. La mirada recorta, acerca, distingue y deja detrás el fondo. Entonces, se coloca por delante, asegurando la visión. Al fin nombra y planta punto de partida. En torno a la forma algo y todo pasa y continúa sucediendo; la imagen permanece superpuesta. Ella no cambia mientras resulte inalterable la mirada.

El origen, la fuente
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Doméstika (c)

Mirada y poema...



  Mirada y poema son único individuo de la misma especie. Él trepa en ella con sólo un abrir y cerrar de ojos. Aunque parta después viajero, en su estancia original se queda a controlar el tiempo: atrásalante dijo Gelman, pero también alanteatrás digo ahora, y me sostiene el viento.

Memorial y destino

(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Jan Saudek (c) 

Qué anima ...




  Qué anima transparencia en la mirada cuando ella dice, toca, salta de ojo en ojo como pajarita tras su enamorado.

Transparencia.
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Street Art (c)

Así continúa ...




  Así continúa la guerra, los poderosos dictan y someten, se atormenta al más débil porque es mayoritario y su pan se divide entre unos pocos. Cada vez menos ven por otros. Urgen gracos, sus miradas inclusivas totalizan.

El azote transparenta la mirada.
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras Imaginarias, 2018

Ilustración: Los gracos