72.
El
dios de mí, cuerpo celeste que atravesó la escoria y enfermó de amor enfermo,
ruge ahora. Cuanto queda por decir solo puede gritarse en vocinglería
indescifrable, porque al cabo se pierden separadores, ya no hay espera. La
pausa ha muerto.
¿Quién espera
todavía? Acaso alguien respeta pausas. La enfermedad del cuerpo parte del vacío
amoroso, o del amor oscuro, que también es yermo.
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021
Ilustración: Ediciones Litoral (c)
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