57.
Un
elfo de las abejas, espíritu del aire que eligió ser visto –aunque no tan
fácilmente como quisiéramos–, vuela de boca en boca. Es el más breve entre los
sustantivados de la brisa, aunque también se parece a los verbos ver y oír, y algunos pensamos que el pronombre personal de tercera
persona lo acompaña en cada maniobra aérea. Él o ella, es a quien también
llaman pájaro mosca, pájaro abeja o picaflor zunzuncito, con cinco centímetros de pico a cola y menos
de dos gramos de peso. Cuando atraviesa la pantalla, nos sopla en la frente un
recién nacido.
Por razones de
tamaño y belleza quisiera parecerme al zunzuncito. Tendría una vida breve
quizás, aunque colmada de dulzuras. Siempre he querido volar, pesar poco y
pasar inadvertido.
Ilustración: Elfo de las abejas
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