60.
Cuando todo acaba en uno, el ojo gregario confronta, colaciona, brilla
en la mochila. Pertenecemos a la humanidad porque nunca cegamos la mirada
atrás.
¿Quién me sigue? ¿A
quién sigo? ¿Qué doctrina? ¿Qué maestro? ¿Qué alumno? ¿Cómo dejo de ser hijo?
¿Cómo convertirme en madre y padre?
Acaso padré. Acaso
compadré.
Ilustración: Leopoldo Presas (c)
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