59.
Nuestro
motor –dice el poeta–, consiste en la improbable satisfacción del deseo. En
tránsito fecundo, el afán levanta ciudades, sabe a ojo y de oídas*; con el tacto se reconocen
el cincel de Fidias y los muros de Roma, y el olfato distingue cuál de cinco mares humedece sus plantas de viajero.
Quien desea ama sin término, porque la memoria ve, oye, toca y huele, se
inflama con sabores y desconoce el destierro.
*Poemario del autor, MdP 2013
En verdad, transcurrimos la vida proponiéndonos satisfacer el deseo de perfección, belleza y amor. La primera es imposible, la segunda difícil y por lo general incompleta, y el amor no es para toda la vida, como habían dicho los manuales. Pero hay una fórmula: amar con intensidad y dejarse amar. Hoy al menos, para que el mañana exista.
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021Ilustración: Fidias
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