CONTENIDO DEL BLOG


12 de marzo de 2019

¿Dónde recalan...?



  Dónde recalan las imágenes de cinco días; esas que hubieran definido en escritura su existencia, de haber estado atento. Existen acaso tuberías por donde transcurran, ellas atraviesan enrejados, cuelan por colectores intermedios, se repatrían, vuelven a la corriente del río interior para emerger más adelante –aunque diferentes-. Preguntas que formulo al genio traductor, ese que suele habitarme y al fin eyacula entre falanges para mayor placer del cristalino.
  Y ahora que lo digo: mi conciencia desposa a la mirada, fluye en creatura, aún antes de que despierte el ejército de hormigas operarias (es otra pregunta). Acabo consignando respetuoso: ¿hay una vista previa que resuelva en voz –nombre o verbo-, como estallido de dianas con cada amanecer? Y fui acercándome lentamente, casi a propósito, a la cuestión más gorda: ¿Acaso escribe el otro antes de que yo arribe al consciente de mi nombre?
  Fueron cinco días para epílogos del año. Al cabo de ellos supe qué dejaría inédito, sin atreverme a tender otro primer verso. Comprendo que hay distintas autopistas para alcanzar conocimiento; diría al cabo de esta humanidad prolongada, que con lectura alcanza y que el follón de originales no es sino un acto de arrogancia. Como si el cuerpo fungiera en papel y tinta, como si en verdad existieran plumas en la espalda, como si no fuesen tierra, fuego, agua y aire los capítulos del hombre: origen, muerte, olvido y sobrevida. Como si hubiese demonios impotentes, o demiurgos que no tendieran zarpas de odio.
  Y otra vez la pregunta se impone a la certeza. El mundo es este océano de respuestas y se existe incompleto. El abrazo es suma imperfecta. Acaso sólo deje una puerta abierta al que me sigue.


(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras imaginarias, 2018

Ilustración: Itzvan Sandorfi (c)

No hay comentarios.: