196.
Durante
años he pensado en el pesimismo de Joaquín O. Giannuzzi; como en algunos, su
conciencia del fin, certezas que la muerte planta en unos pocos –y no es mi
caso–.
La
ironía, su sonrisa de cadáver vivo verso tras verso, sabiendo de armas y
despojos, tras un amor de última estación. Sabio mortal del verbo y los
abrazos. Poeta vivo. Pensarlo sí; también leerlo, redescubriéndolo siempre.
Imitarlo: imposible.
Joaquín fue mi
segundo padre, y seguramente mucho más próximo a mis necesidades de entonces
que el primero, ya muerto. Tuve también una segunda madre, también vinculada a
la literatura: Antonia. ¿Quién no ha tenido progenitores de su faber?
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021
Ilustración: Joaquín Giannuzzi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario