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8 de octubre de 2022

En soledad ...

 


239.
  En soledad no estoy solo. El noventa por ciento de cada día estoy conmigo, soy mi conviviente educado y tolerante, conocedor de ventajas, fallas y secretos. Administro mis cambios, la evolución de carne y numen, los misterios de la noche, el gesto lírico, la prospectiva y el pendiente. Sumo mares calmos, tempestades, oleajes del amanecer, ansiedades del posible y bloqueos de la edad.

 

  Recuerdo ahora los momentos de mayor soledad en mi existencia, cuando me cercaron las muertes familiares, y viví en habitaciones de pensión o en condominios donde con razón los vecinos me ignoraban. Entonces el dibujo, la escritura que siempre respondió a proyectos de reparación, y por las noches: la radio. En 1968, desde la habitación de una pensión en Almagro, descubrí el tango en la voz poética de Julián Centeya, el de versos orilleros y relatos del malevaje porteño. El hombre gris era  Amleto Enrique Vergiati, ítalo argentino, letrista de tango, que murió muy pocos años después de que lo conociese, en 1974.

(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021

Ilustración: La voz (c)

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