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30 de septiembre de 2013

Presentación de mi poemario ¨A ojo y de oídas¨

La presentación estuvo a cargo de los escritores Marcela Predieri y Jorge Núñez Arzuaga. Aquí, las palabras de la primera de ellos:




Sobre A OJO Y DE OÍDAS
de Carlos Enrique Cartolano

por Marcela Predieri

 El tiempo no es sólo El tiempo como magnitud física o sea aquello con lo que medimos la duración o separación de los acontecimientos, ni tampoco únicamente aquello que permite ordenar los sucesos en secuencias para poder establecer un pasado y un futuro. En la mecánica relativista, por ejemplo, el concepto de tiempo es más complejo porque está condicionado por el observador, que a veces acelera su ritmo, a veces lo rechaza, o lo ve interrumpirse ante lo inesperado.
 También solemos hablar de ganar tiempo, perderlo o ahorrarlo, pero lo cierto es que no puede atesorarse.  Esto lo demostraremos al tiempo: que es la expresión que indica que el futuro demostrará la verdad de lo que se dice. Hay que dar tiempo al tiempo o sea: esperar el momento oportuno. Y ya va a llegar.

 En la vida, ¿qué es el tiempo? Y sobre todo ¿cuál es su sentido?
 El tiempo encuentra su sentido en la eternidad, afirma Heidegger. Ahora bien: si sólo Dios es eterno, la pregunta qué es el tiempo está mal formulada.  Deberíamos decir: ¿Quién es el tiempo?
 ¿Y si Dios no existiera?: ¿Seríamos nosotros mismos el tiempo? ¿Somos el tiempo? Y con mayor precisión todavía: ¿Soy yo mi tiempo? Esta formulación hace que la cuestión adquiera mucha mayor seriedad porque somos mortales, o sea no tenemos demasiado tiempo, lo que nos obliga a salir de la indiferencia y compro- meternoa con las ideas y las personas para no matar el tiempo, lo que significa simplemente evitar el aburrimiento con alguna actividad o distracción.

 Por eso vamos a entrar de lleno en literatura: Borges define el tiempo como ¨la sustancia de que estoy hecho¨; señala: ¨es un río que me arrebata, pero yo soy el río; él es el tigre que me destroza, pero yo soy el tigre. Esun fuego que me consume, pero yo soy el fuego¨. Y lo resume como ¨el momento en que el hombre sabe para siempre quién es¨. Me pregunto: ¿Podemos decir para siempre? Las enseñanzas del Budismo sobre el tiempo están basadas en la doctrina de la impermanencia: ¨Nada permanece igual en dos momentos consecutivos¨. Y afirma:
esto es para ayudarnos a penetrar profundamente en la realidad, porque nuestro sufrir es producto de la creencia de que las cosas son permanentes.
 Recordemos esto porque vamos a intentar penetrar profundamente en el poemario de Carlos Cartolano, aunque sólo sea a ojo y de oídas.

 Ya desde el título nos enfrentamos con la primera complicación. A ojo, titula… pero el tiempo no se ve. De oídas: pero el tiempo no se escucha. Entonces ¿cómo se percibe? ¿Cómo lo percibimos cada uno de nosotros? ¿Cómo lo percibe, cómo lo hace suyo Carlos Cartolano? ¿Cómo lo relacionamos con el concepto de impermanencia?

 En La edad de oro escribe: ir y volver son uno, y en Cuarteto para cuerdas: habla de la vida como una partitura que se estira y vuelve a ejecutarse. Pero en Segundo poema, Lenguas con punta, cito: confuso: nadie es lo que fue. Entonces ¿qué es ir, qué es volver? Y si nadie es lo que fue, ¿cómo lo recupero? La respuesta es: A través de la memoria, y no es casual que sea éste el nombre de la primera sección.

 Escribe en Tempo: El tiempo filtra eucaliptos y el agua, pero también filtra recuerdos, buenos o malos. Dicen que el tiempo es sabio, y que el diablo sabe por sabio pero más vale por viejo. Habrá que preguntarse que nos quiere decir cuando subraya: El anciano el tiempo… y ¿qué pretende?, o por qué –cito-: Demora cada vez si sube su historia al aire.  Y por qué no también: ¿por qué nosotros, a veces, como señala en Efemérides uno: añoramos una copa de vino para espesar la historia? ¿Significa esto hacer el transcurrir el tiempo más lentamente? ¿Detener su discurrir para poder gozar de la tarde inmóvil a la que se refiere también en Cuarteto para cuerdas?
 ¿O será porque necesitamos que fluya? ¿Qué se balancee como un borracho, que no detenga su movimiento? Me pregunto: ¿cuál es el tiempo que vale? ¿El vivido? ¿El por vivir? El único tiempo que tenemos es el presente, el ahora: una Instantánea –tal el nombre del poema que podría definirlo-. Cito: Más cerca de una foto /Que del film. Igual que el tiempo o los recuerdos. Esto lo va a repetir varias veces a lo largo de todo el poemario: lo único que tenemos, como escribe en Arenero, es el breve tiempo que media entre ola y ola, o entre sístole y diástole.  Por eso nos va a recordar que –y vuelvo a citar-: es Sabido que muerde, que Tiene filo el tiempo. Esto nos obliga a estar atentos, a tomar conciencia de nuestra fragilidad y de la urgencia, lo imperioso que es detenernos para preguntarnos como lo hace en Uvas, si nos queda tiempo.  Cartolano nos interpela: ¿Te verás mañana? Fíjense que aparece acá, feroz, la idea de la muerte. Por eso la desesperación cuando profetiza: Pensarás en el fin del fin… pero ese fin pertenece al futuro o sea que estará, cito: Prófugo de tu memoria.

 Por suerte, o no, el hombre es el único animal que tiene conciencia de la muerte, por lo tanto podemos hacer algo, y no perder el tiempo que nos fue asignado. Si no, tendremos que preguntarnos como en Poema tres. Incertidumbre y bruma: ¿Qué amancecerá qué día y para qué?

 Escribe Carlos en Nocturno: No hay tiempo ya/ para ayudar a sobrevivir, o curar/ corregir/ cambiar deformaciones que todos conciliaron.// Corramos: es tarde… La garra del tiempo ahoga hasta matar.
 Eso mismo lo refuerza en En esta hora: Sólo estoy conmigo y solo en esta hora en que la gota culmina el recorrido. No es tiempo de remendar medias/ palabras o silencios.
O sea no hay sólo que hacer tiempo: o sea esperar que una cosa suceda o se termine haciendo otra para que esa espera no resulte molesta. Hay que vivirlo intensamente.

Hay hombres y mujeres que así lo han hecho. Por eso rinde homenaje y hace muchas referencias a los inmortales (Picasso, Neruda, Gabo, Pizarnik, Borges, Mozart, Whitman, Victoria Ocampo, Woolf entre otros, personales que escribieron páginas de la historia porque supieron estar ahí cuando era el momento, y se abrieron paso en medio de los sucesos parea marcar su huella en el tiempo. Pero también escribe sobre los olvidados, los indianos, los inmigrantes, y sobre esas pequeñas cosas cotidianas que nos marcan el tiempo. Por ejemplo en últimos soles nos trae a  la memoria: Diariamente el corte de uñas. El rigor de la poda seca… Y las diferencia de aquellas que son Otras yerbas, como El futuro envasado en blister de la felicidad… La pastilla cada ocho horas… La sinfonía de los despertadores. Porque todo hace a la historia y Es saludable escribe en Efemérides tercera tanto cuando manchas de superficie se eternizan, o vamos perdiendo la memoria. Tal vez por eso haya necesitado otra sección en su poemario, llamada Prolongación de la mano y nuevas observaciones.

El tiempo es tirano dicen en los medios de comunicación, por eso voy a ir cerrando este análisis de A ojo y de oídas. Es tirano, sí, pero no invencible. El mismo Cartolano nos confiesa que lo derrotó tantas noches derramándolo en tinta. Porque Sólo la mano sobrevive, y sobrevive a través de la obra; y en este caso particular a través de la poesía, porque como dice en El mar/ siempre el mar: las imágenes/ estrofas y pausas son los ritmos de la creación. Y es necesario a veces: tomarse un tiempo.

Así que para finalizar: si hablamos de creación tenemos que hablar del Creador, ese Ser todo tiempo de quien Carlos dice: Sabio tiempo Dios/ que todo lava y persona/// Mientras caliente el sol despegarán tus sueños// porque el tiempo es la última oportunidad.
Tal vez estemos a tiempo, expresión que indica que algo se hace en el momento oportuno o cuando todavía no es tarde. Podemos, cíclicos como Borges, o como subraya en últimos soles, permanecer absortos en este vértigo de historias paralelas, o tal vez podamos ordenarlo en un pasado y un futuro; tomar la postura que adopta en el 1er poema Tempo con respecto al pasado, donde dice: Olvidando el pasado es como el tiempo puede volver a dar a luz; y también aquella a la que exhorta con respecto al futuro: nunca jamás permanecer como las cuatro mujeres del poema fraguas, ignorantes de la muerte.

Los invito entonces a que se den tiempo para la lectura de este poemario. Les aseguro que van a invertir muy bien el tiempo y será en su provecho.


                                                        Mar del Plata, setiembre de 2013 

1 comentario:

Marcela Predieri dijo...

lo mío fue "tocar de oídas", ja ja lo valioso es el pomario. Un abrazo