En
torno a “Poetas y Pintores
-en
los límites de lo indecible-“
Rafael Felipe Oteriño,
en Una conversacíon infinita
los
libros cerrados cabos de silencio/ promesas
del
edén/ glorias a suceder en medida única
de
un lector inconfundible/ venturas de tránsito
distintas
de besos recibidos por quienes leyeran
otras
copias/ población bendita
por respirar
páginas
afuera/
sus pieles de cartón adentro/ manchón
de
tinta que vuelca pasajes simultáneos
continente
de impaciencias/ vertederos del ángel
celebración
de cambios a la espera/ eso son/ así
como
el calor ignoto
de abrazos por
ceñir/ aunque
sólo
sea una palabra o una línea cuanto prenda
eche
raíz y tuerza rumbos al lector pendiente
bien
vale abrir cuanto brille en las gavetas/ jamás
alimentaron
cofres del tesoro/ ni alguien acabó idéntico
al previo de
lectura
ni
al sueño impar de una velada
(c) Carlos Enrique Cartolano. Las dos formas del sueño que soñamos, 2017
Ilustración: Didier Lourenco (c)
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