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10 de noviembre de 2017

arde troya



… Dar por sentado que nos encontramos dominados
por las palabras sería para la metafísica aceptar el peor
de los escenarios, una renuncia a la filosofía,
una claudicación en favor de la poesía…
Juan Arnau –Arte de probar, Ironía y lógica
en India antigua-

Arde una torre de 120 pisos sociales en Londres,
próxima al popular Notting Hill.
Hoy, es cabecera del campo de batalla
14 de junio de 2017

la batalla por comunicar/ y ya jugado
permanecer idéntico a mí/ armado con herencias
al extremo de la espada/ pero quién te quiere hoplita
acaso el sentido te nombra/ preguntan/ el lenguaje
habita el silencio y comprendo: soy tácito en la estancia

aún no existe nómina de víctimas fatales

         ciego ante lo posible/ el mundo difiere
de sí tras este día es otro/ no sólo hermético: ahora
sin ojos/ cuando la batalla consiste en existir en algo más
que el ser miserable de la mesa/ el lecho y un breviario
de noticias/ quién te nombra/ preguntan/ abren acaso

cuando aquí amanece hay riesgos de derrumbe

         al cabo de 3.300 años/ este campo de batalla
se me parece/ las miradas igualan en la mezcla/ el idioma
sufre crisis en los significados/ las palabras son razón
de sobrevida vestigio de aire en la humareda/ rayo de luz son
carnets de identidad/ escaleras a una hipótesis de escape

ardió troya/ y que así sea

© Carlos Enrique Cartolano.  Abarrotes, 2017


Ilustración:  Incendio en Londres –medios globales de difusión-

2 comentarios:

Lu dijo...

Te escribo aunque no leas estas líneas,
porque quiero contarte algunas cosas:

El tiempo no alcanzó para reproches
muy justos de tu parte:

Fui un ingrato,
un pato del montón,
tal vez, un poco infiel de pensamiento,
un egoísta.

Pero,
quiero decirte y que lo sepas:

Hoy regué las macetas del balcón,
acomodé la ropa al volver de la oficina
y saqué la bolsita de basura
en donde tiré, por costumbre,
(como hago cada día)
el papel que cuelgo con imanes
que reza como un mantra:
“Al fin, volviste”,
seguido por el nombre que te puse
en la intimidad de nuestro dormitorio.

Mañana, volveré a pegarlo
en la heladera,
por si llegás antes que yo.
Querida,
no he cambiado las llaves de la entrada.

Date prisa, por Dios,
y que así sea.




Supongo que nos hemos cruzado por las redes miles de veces. Todos nos influimos mutuamente. En este caso, mi poema es anterior, pero Dios nos cobija a todos: amém (y que así sea)

Soy lafaldaturquesa también.

Lu dijo...

Esta es la versión masculina que escribí para mi heterónimo hombre.