como
si buscara confluencias de la noche
a
mi existencia/ volvía del sueño al recorrer
la
costa tras encalmar un día de tormenta
el
oleaje todavía poderoso había sembrado
la
arena con grandes caracoles/ muchos rotos
con
heridas de roca y estallido/ podía ver
a
los moluscos aún vivos buscándole al cielo
otro
laberinto donde sumir ternuras/es inútil
concluí
por ellos: la muerte es del tiempo
sus
demonios aseguran conflicto/ hay acero:
sus
relejes brillan en genocidio y caracolas
mientras
yo apenas paso de ser un nigromante
©
Carlos Enrique Cartolano. De ambas orillas, 2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario