la
bandera
Alyosha
mantuvo oculta la bandera mientras esperaba el momento oportuno. El combate en
el Reichstag era nocturno y el enemigo se multiplicó prodigiosamente en cada
recodo de la escalera, en cada balcón; por eso, el ascenso duró lo que la
oscuridad. Inexplicablemente los defensores alemanes parecían ser paridos por
el útero de una noche interminable. Muchos cayeron ese día, pero la división
150 del ejército soviético resultaba numerosa, y su triunfo era cuestión de
horas. Por si quedaba alguna duda del
desenlace inminente, pocas horas antes Adolph Hitler y Eva Braun, habían
ingerido Cianuro Potásico, rematándose el Führer con su pistola Walter, y ambos
yacían exánimes en el bunker.
El
soldado desplegó la bandera cuando las tenues luces anunciaron el dos de mayo.
Tambaleó al pisar la base de la cúpula. Entonces fue cuando Abdulkhakim lo tomó
de ambos tobillos con esa fuerza en la que pocos superan a los daguestanos. El
camarada aseguró así la utilización del mástil nazi para que por fin ondearan
la hoz y el martillo comunistas sobre Berlín.
La bandera roja fue símbolo de la victoria
sobre la Alemania nazi; se la conoció como “la bandera de la victoria”. Fue la
misma enseña que mostraron los movimientos revolucionarios de América, Asia y
Europa hasta expirar el siglo; esa tan vilipendiada, y a la que peyorativamente
se llamó “trapo rojo”.
“Alzando una
bandera sobre el Reichstag” es el nombre de una histórica fotografía tomada el
2 de mayo de 1945 por el fotógrafo Yeygueni Khaldei en Berlín. Como significaba
la toma de uno de los edificios nazis más emblemáticos, la imagen fue
extremadamente popular, siendo
reimpresa en
cientos de publicaciones con fines propagandísticos, y considerada en todo el
mundo como el símbolo del fin de la Alemania nazi. Tras el revelado, en Moscú,
los soviéticos se dieron cuenta de que el soldado auxiliar llevaba varios
relojes en sus muñecas, prueba del saqueo de los soldados soviéticos. Los
relojes fueron
eliminados en el
cuarto oscuro manipulándose la imagen mediante retoques. Del mismo modo, se
añadió humo en el fondo para otorgar mayor dramatismo a la imagen. El fotógrafo
Khaldei,
al quien llamaban
“el Robert Capa soviético” no tuvo tanta suerte como la imagen. Sólo fue
reconocido a la caída del Soviet, después de que se lo despidiera de la agencia
oficial Tass; sostuvo hasta su muerte que tal discriminación obedeció a su
origen judío.
30 de abril al 2 de
mayo de 1945 en Berlín, Alemania
(c) Carlos Enrique Cartolano. Recuerdos del olvido, 2018
Ilustración: ¿Bandera de la victoria?
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