Tras la eterna primavera confío en la salud del
sistema nervioso, patrón del laberinto y los poemas. Cuernavaca me decís, la de
Hernán Cortés, sepultura de Mingus Charles, allí Frida con Diego viven a
distancia prudencial y su idilio es de turismo y fotografías. El laberinto es mi
cosmos. Malinches, lenguaraces y ladinos tejen su red ante estas huellas de
solitario escribidor. Es que me queda la boca, blasón y lanza: ella rasga tiempo y potestades.
Fantasma de la esclerosis
lateral amiotrófica.
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras imaginarias, 2018
Ilustración: Frida y Diego
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