De
acuerdo con Marc Chagall, todo cuanto nace del corazón es posible. La cabeza, regente y
censora vive de límite y recortes; desde ella, abisma la orilla final. Creo
también que la mayor dulzura es de cabras musicantes, que finalmente será
posible renunciar a la gravedad, porque si quedo libre, migrará conmigo el
mundo, así como lo veo. Con amor es más profundo el azul, radiante la luz,
firmes las velas, fábula y leyenda mi memoria.
Me
alcanza un samovar. Después calcamos la torre Eiffel en la humedad de los
cristales. Tantos pájaros llegan a libar de nuestros ojos.
Cualquier domingo
contemplativo es Chagall
(c) Carlos Enrique Cartolano. Pajareras imaginarias, 2018
Ilustración: Marc Chagall (c)
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