y otros hubo que dejaron mitades ocultas
bajo ruedas de los carros
troyanos que al regreso continuaban
blandiendo su acero y el escudo
esperaban resucitar un príncipe aqueo
canta la cólera de aquiles firme rienda
de su hijo juez de apolo
el que arrastró altares de la sacerdotisa
en delfos saqueó e incendió el oráculo
torpe temerario neoptólemo
vengó a políxena el hacha del sirviente
y la mitad del griego devuelta
por la guerra fue cimiento de pericles
herodoto y jenofonte
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela
–troyanas-, 2013
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