se conoció finalmente que tras veintidós siglos
el mismo friedrich nietzsche esperaba
a quienes derivaron de troya
condenados después de tanta lucha nauplio
y su pregón el avance del desierto
en cada lecho
y no fue anacrónico dicen
que ya entonces participase de la historia
ese sindiós que ayudó al buen destierro limpia
muerte de los débiles guerreros
entre tanto semidios y dios manando ícor
los griegos volvían con esclavas en los brazos
para develar odios y despojo
como teuero del hábil arco que emigrado en chipre
refundó salamina o diomedes
primero en brindisi al sur de italia
de qué valieron entonces aceros y pasión
en la memoria
si la tea humeó extinta
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela
–troyanas-, 2013
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