muertes de aquiles
y de paris
cuando se iluminó el pasillo el secreto quedó
expuesto a una flecha para
la traición
el gusano inextinguible que todo alza
y a todos invierte
el amor no purga falsías ni conjuras para quien
se ha sometido
el
que más entrega es ése
por lo que no extrañe la flecha ni sorprenda troya
repetidas
en cada cobarde que asome en las murallas
con toda mujer que busque venganza
y en odios que no diluyen
éste se va porque no supo amar
helena
a recaudo
porque su mística enamora
de
lado a lado toda la ciudad
© Carlos Enrique Cartolano. Con el cantar se consuela
–troyanas-, 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario