El tatuaje es enseña del siglo es mi marca y es
Lo que va quedando para entrar y salir del hombre
Que todavía soy. No es documento no es reclamo
De propiedad. Él es ángulo proyecto de irrupción
En el profundo: donde se despereza este poema.
El punto al que horadar: por aquí alumbrando
El yacimiento de carbones aquí tras un diamante
Donde se estiban las palabras calladas un temor
Las represiones vademécum de voces cruzadas
Y tensas hasta aquí que alcanzo el mismo idioma.
Oh! Embrión del verbo mechón del sustantivo piel
De identidad escarlata! Voy en pos del rayo con él
Zambullido en aguas negras espero la respuesta.
Demorada contra todo sentimiento. Dulce enemiga
Tras el tatuaje eres una lengua breve un filo oculto.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
Ilustración: Marco Zamora
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