Sin certeza de más bautismos: el descubrimiento
Sucede interminable en toda piel en todo hueso
Quise decir no sólo se descubren fronteras
Para mis manos o milagro en las miradas lo mismo
Despuntó el testigo en víctima y poesías en ficción.
También yo soy salpicadura del único pincel verde
Bermellón o negro: y tras plantillas de manchados
Descubro antiguas cicatrices en la guerra hipocresía
En tu amor cariños del enemigo fama en oprobios
Grajeas de dolor en los festejos. Aperitivos letales.
Todo viene iluminado mediante sueños o razón:
Ruedas de la raza silente conquista de violentos
Desmemorias impresas versos trucados historia
De santos torturadores. La creación ausente: sólo
Hallazgos bajo polvo frondas y tapices opacos.
Todo. Aún este poema empolladura en días tibios
Que asoma la palabra en puertas del otoño éste
El descubrimiento floreciente que delata al ajeno
En soledad: mi diálogo atando restos de primicias
Devora grados y declinación cuando al este es noche.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
Ilustración: Cándido Portinari
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