Tuve edad en que resultaron insuficientes quid
Progresos naturales y además el descubrimiento
Se agotó allí por mis treinta con hijos de blanco
Rivalizándome en lecturas. Busqué laboratorios
Que me respondieran de las químicas humanas.
Ni tormentas ni músculo o cristalino sin interés
En los espejos oros o hierros fundidos poderes
Con que gobierna el hombre. Sí el horno forjas
Donde se cuece el sentimiento se destila amor
Y se arma el odio. Fisiología digo de lo justo
Y de lo injusto el punto por el que pasa la línea
Aquí y el otro punto con el que se une al norte
Ese repositorio de palabras donde van a beber
Los lectores sabios ese lago de aguas turbias
Donde funden conciencia y Dios se despereza.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
Ilustración: John William Waterhouse
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