Porque dicen que nunca hubo tic tac sino simplemente
Tic tic en los relojes es que decido bañarme quitando
De mi piel estas historias antiguas medidas con horas
Minutos y segundos y movidas por ruedas dentadas
Martillos agujas que son lanzas y alguna película muda.
Entro al baño con dos garzas una florista de la ópera una
Caja de reloj abierta por merecer los favores del verdín
Y un extraño temblor no es de frío que viene recorriendo
Mi espina las plumas de garza las flores del ramito azul:
La ducha es colectiva y la inmersión conjunta. En grupo.
Al cabo de horas de lluvia lagunamos en plena llanura
La esponja de humo disipada el olor de pájaros mojados
A lo lejos la silueta de una florista que corre por delante
De dos perros y un reloj inservible enterrado en el lodo.
El poema interpreta a Artaud recién cuando busco toalla.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
Ilustración: Walter Ende
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