vivir al ritmo del país imaginado ése que el arroyo
concreta
bajo agujas de llovizna copiar la síntesis del día el brillo de algunos
ellos siempre amanecen y también se apagan lentamente
llevar en sí medidas del viento gobernar el mar con las arenas a la vez
dodecafónico sabio del descanso pasajero de las
marchas trotador
de interiores peine de la piel ser musiquero de brisas y faroles
olvidar el sable rígido y cuanto oblicuo arrastre miedo
derrota rotos del amor
náufragos maderos de la playa que habitan moho y alimañas
copiar el ritmo interno ese que agitaba follajes aún
antes de nacidos
soplidos entonados articulaciones del espíritu pestañeos de la mente
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario