no es un beso no tampoco una caricia o roce inofensivo
ella es un tajo una hendidura sangrante jamás cierra
veinticuatro horas de pie desgranando mentas de mieles
y vinagre
la historia es un pasaje desde el vientre la medida
del nombre
quién puede etiquetarle vencimiento ella conserva en caldos
amanece sinfín siempre anochece el tiempo no la mella
pugna inútil la fuerza individual la historia es
millón de voluntades
quienes aplican su mirada al testimonio lubrican con ficción
y pierden potestad sólo ella conduce al hombre en su
carrera
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio,
2013
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