la hice mía al conocerla aunque todavía no supe quién
obedece
quién ordena puesta
sobre mí para el amor él la define
ella se entrega legal anárquica obediente dama con
juicio y caprichosa
del fondo más azul del músculo silente del hueso que germina
a la flor
que late al servicio de la mente frondas del tacto humedades
del sabor y los aromas inventarios numerosos de la
vista y la palabra
soy del mundo en armadura es voluntad de pies hundidos
en el barro
voy con ella atento el ángel no someto pasiones ni delirios
su cabeza emplumada levanta palacios templos que el
amor consuma
armadura de fuertes remos acero en los puños y el
pecho fragua
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
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