que sea promiscua la palabra claridades la señalen
ubres haya
henchidas en medio de la ruta
el verso cubra como escudos sus ojos de aqueos
los aires transfundan el coro despojado de sirenas
héroes flechas
sólo se esté sobre las lenguas
esas
grandes prestidigitadoras
rindan huertos ambrosía y tu sexo florezca otra vez en
sus orquídeas
crocantes sean los abrazos troqueles las sombras
agujeen los prodigios por miradas expertas en milagros
vuelvan
al plural crítica y lecturas
que en cada recuerdo tu dios cierna su espíritu no de
tormenta
no de jolgorio apenas de aquel amor que liberaba
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
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