culebrea la superficie del hombre en dos lo parte
esa
línea incierta que trazó el origen
separando espacio vertical de plano territorio
ala
de reptil
silencio de palabra en vuelo
comensal en taburete de tormenta de arena
motín obrero de intimidades del ministro
democracia
de piquete
yermo de ignorancia o calma fuente de su estuario
hubo fastos del fuego que ardía
a un lado de la línea y al opuesto la memoria hecha
cenizas
corretearon los arrullos por canteros de la infancia
y la lírica canjeó mirada atrás por despojo de paredes
fue verano al otro extremo del invierno
las hojas muertas levitaron
todos
los setiembres
hizo espejo el amor
por ambas caras
aquí destila maravilla y más allá deslumbra
ya
lo supe
la frontera divide lechos naves viñas del cielo los
follajes
pero
nunca parte el alma
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario