¡Mas es mía el Alba
de oro!
Rubén Darío –Canción
de otoño en primavera-
Alguna
vez fui joven vestí señorío para las cosas abrigué
Primeras
intenciones no necesité leer letra chica diariamente
Me perdí
en praderas blancas con aromas de mujer. Nada
Nadie
pudo detener mi borrascar aquel apurar mañanas y
Tinieblas
sin tasa: mi ganancia táctil en la noche interminable.
Cuando
alguna vez desperté no era joven algo había cribado
Mis
bolsillos en la carrera regué cosechas impuse precios
Por lo
que nadie paga elegí mal dispuse miserias creyéndome
Aún
monarca de mis humos. Por eso recién en la nueva noche
De
silencio y ascuas descubro luces en rosales del naciente.
© Carlos
Enrique Cartolano. De Leyes, 2012
Ilustración:
Francisco de Goya y Lucientes
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