Me
despierta el anzuelo clavado en la lengua: esta palabra
De ayer
que no obedeció a las mareas y quedó enterrada en la arena
Por eso
digo hoy que la existencia se somete a barrancas taludes
Crestas
de piedra banquinas con serpientes de cereal. Y la poesía
Amigos:
ella monta autopista en sólo una palabra no precisa más.
Porque de
ayer a hoy pueden verlo todo es distinto la ficción
De
inmutabilidad no responde tanto se
diferencia hoy la patria bajo
Las
suelas como el condimento que finalmente adoba en el verso
A mi
palabra pendiente. Este anzuelo oxidado ya que igual brilla
Y variará
en horas leves lo mismo que el pronóstico meteorológico.
© Carlos
Enrique Cartolano. De Leyes, 2012
Ilustración:
Pablo de Pino
1 comentario:
Ese anzuelo del que hablas me molesta muchas veces, otras logro liberarme con versos.
Gracias
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