…pues vuelo, adelanto y
retrocedo tras un triunfo diferido e indeciso…
Walt
Whitman, Canto a mí mismo.
Mañanas éstas del hado ausente quizás se despidió
No lo advertimos fuimos al papel por consuelo o sólo
Por costumbre enjugamos lágrimas en el primer verso
Para iluminar alto el sendero. Ilusiones sí quedan:
La mueca puede variar hacia sonrisa en minutos más.
¿Soledades aún? Sólo decidir sobre qué objetos brillan
Espejismos motores del alma. Si es precisa la mañana
Todo cuanto vemos es nuestro y lo oculto continúa gris
-rictus de boca ajena-. Ilusiones por tanto esperanzas
Son anticipos de fiesta propia arrojando leña al
fuego.
© Carlos Enrique Cartolano. De Leyes, 2012
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