Diariamente cuando dan las cuatro de la tarde
Subo al angelario que habito en mi cabeza: pocos
Conocen la escalera voy descubriendo escalones
Con mi nombre. Aquí siempre amanece siempre
Brilla la ilusión y alumbra la alegría. Porteros
No hay la puerta es dócil al primer intento nadie
Ofrece obstáculos al paso la vida despierta aquí
Al primer boceto. Es un joven angelito que cubre
Con sus alas tras palpar brote en dos bultitos de
Mi espalda y después dispara el rayo que sujeta.
(c) Carlos Enrique Cartolano. De A vuelo de ángel, 2012
Ilustración: Maxim Vorobiev
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