Se me ponen viejos los poemas de la noche
A la mañana llegado el mediodía se traban
En los codos y rebalsan el teclado. Al colarlos
Son fatuos son juegos de voluntad cohetería
China. Versos que nacidos para el brillo
Victima el roce: él les consume el intestino
De semilla los inflama. Hay que mueren si dan
Fruto o que vuelven sobrevivientes mudos
Renqueando heridos de guerra resucitados
En tiendas hospital. Ya ciegos sordos vienen
A la idea a la imagen de mi mañana a espaldas
Del espejo (ella también a punto de unción y mulata
De temporal). Entonces no me quedan chisporroteo
Amanecer dulce de gelatina ombligo limpio poesía
Azul intergaláctica ni sobrevuelo del mismo amor.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
Ilustración: Boris Indrikov
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