Amanecido entre sus piernas mientras arriba dialogaban
Ángeles sus instrumentos. Lo sacó del sueño la humedad
De otros labios en los suyos mientras debajo debatían
Números con protagonismo. En la pajarera violeta todo
Es obra del espíritu: ¿O acaso el alma no tiene piernas?
¿Ahora discuten que tenga labios? ¿No es acaso territorio
Compartido el de luz con negativo el de idea con palabra
El de libertad con vuelo el de llanto con distancia? El amor
Nivela y equilibra iguala enlaza almas ata sus cuerpos:
En la pajarera violeta la intimidad es aire agua y fruto.
Verso a verso la poesía los recorre con piernas del alma
Resucita sus pieles con labios cosecheros agita desagota
Sueños acuerda dones del alma. En la pajarera violeta
Él ha pedido un tejado donde la lluvia canturree sometida
Ella reclamó un jazmín de cuaresma para alimentarlo.
© Carlos Enrique Cartolano. De A vuelo de ángel, 2012
3 comentarios:
Precioso poema. Como el malbec vas mejorando con los años. Esta nueva faceta poética es más vitalista que la anterior, más sensual también. Miedo me das... Un beso.
Por qué voy a darte miedo...? El hombre siempre en razón de su naturaleza le cantará al amor. Gracias!
Qué lindo ésto, Carlos. "labios cosecheros", bendita tu poesía que muestra que siempre se puede un poquito más.
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