Párpados transparentes y manos envirutadas soles
Propios cuando han cerrado las vidrieras una mesa
De ajedrez y la ventana abierta. Así va creciendo:
Con eslabón dispuesto al disco gira-gira en tanto
Espera otro mesías cada tarde. La soledad fortuito
Estado dicen que se obtiene por merecimientos
Aunque con tamaña angustia por la calle finalmente
Se dirime por sorteo. Esto creo que sucede al tempo
Del poema acostado con el libro en silencio ahora:
El disco cesa de girar y la noche cierra la ventana.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
No hay comentarios.:
Publicar un comentario