Verla, no daba sueño
Jorge Luis Borges, Hombre de la esquina rosada.
Ingrávido vivo floto hacia planetas extranjeros
Voy al borde de la voluntad lejos de mi alcance
Navego entre fusas y corcheas aliento retenido
Frágil dibujo en la sonrisa sin peso ni volumen
Entregado al viento espero. Espero por muerte
O por fortuna: las caballadas negras parten ya
Hacia el sur no sé si subo en ellas o aún espero
El alba ensangrentada. Tengo el cuchillo a ella
La retengo en la palabra y la subo con el canto:
Una patria habrá donde acostarse sin condenas.
© Carlos Enrique Cartolano. De Negro de hueso, 2012
Ilustración: Alberto Pancorbo
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