Por último, volverse al patio de butacas
-el público tiene mi rostro
y mi rostro es una careta rota-
y gritar, gritar, gritar:
si hay muertos, esto no es teatro.
Cuando hay muertos, es una guerra.
-el público tiene mi rostro
y mi rostro es una careta rota-
y gritar, gritar, gritar:
si hay muertos, esto no es teatro.
Cuando hay muertos, es una guerra.
Ana Pérez Cañamares
que vea es extraño copie texturas se oriente
en las escenografías del sueño porque al fin
y por el cabo
la lengua es lenguaje. y éste se sabe conoce
por rebote de ondas.
despertarse es chasquearla sólo por excepción
recordar la pesadilla de boca seca
y buscar camino desde la oscuridad. entonces
en este punto ella alumbra
aunque no nombre.
atribuirlo sería amasar pan de confusión
aunque por borde opuesto el calor haga sombra
alguien sin rostro aplique su rigor
de ausencia y condene en superficie.
la lengua se sabe es un pestillo allí se estrellan
mi vida y muertos de la última noche.
hasta que otra vez amanezca
y quizás no recuerde.
© Carlos Enrique Cartolano. La lengua es un pestillo,
2014
Ilustración: Molina Psicología (c)
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