cuerpos cansados que yacen al sol
en el exhibidor de arena
semejan
una feria
con jungla de carnes y osamentas
e invitan al fenicio con sus naves.
porque ya no esconde misterios
el desenfado hedonista de cumplir todo
cuanto existe se puede y place.
pero en el crucigrama matizado
por color según quincenas aún
apunta la belleza
despojada
de atuendos
sin anteojos de sol alhajas
u orden de cepillos
campea epicuro con ella
le sigue lucrecio el que escribió.
buscan en estibas colmadas
dónde plantar espíritus
huecos
para compasión y palabras que falten
al idioma de este enero.
© Carlos Enrique Cartolano. La lengua es un pestillo,
2014
Ilustración: Rafael Navarro
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