qué parte de mí reflejo en la cuchara
bruñida por el uso
ese espejo de segundo orden. cuál entonces
en el charco provisorio
tras la lluvia. si es otra pregunto
la que migra en miradas que no alcanzo
a sujetar al fin de un día.
qué espero al intentar reflejarme
en los cristales sin plata
de la lengua
la noche
y su monarca.
cuándo me convencerán de falsedad
tantos espejos. sólo tras el punto
de contacto en el poema
voy
y rectifico el rumbo
en la mirada.
© Carlos Enrique Cartolano. La lengua es un pestillo,
2014
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