A Marco
La cepa al microscopio en mil palabras un único
suspiro
Los poros cómo coinciden un juego de luces en el agua
Y llano de ternuras confabulan la suelta de
noviembres:
También nos vemos si nos ven las miradas que fugan
Con intención de eternidad. La semilla brota
indiscutida
Lleva altura de los ojos prodigio de la imagen una lente
Que el poema copia. Sólo hay un sendero bajo los
olivos
-el hijo lo confirma le da nombre latitud alas por manos-
Es pasar del propio tiempo sahúma en bancos de esperar
Arde fuera de mí habla distinto idioma: es la misma carne.
© Carlos Enrique Cartolano. De Plumas y susurros,
2012
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