El actor
sin hilos
la mano
aviesa
Alguien hay que en las sombras me forma un expediente
Sin judicatura dicta sentencia y me condena. Hay
brumas
Que precipitan desde las manos cuando ellas no alcanzan
Oscuridades que me sorben por los ojos. Si no desciende
La palabra ocupan agonías que afuera sobran o no
entran.
Y el silencio suena aceros entrechoque de armaduras
ceños
Indescifradas torceduras. Cuando voy cercado por las
aguas
Donde más duele atraviesa la espina: allí no me
defiendo.
Desde esa zona escribo con fe de iluminación inocente miro
Al protagonista en vilo: enmudece calla (él no supo mi
parte).
© Carlos Enrique Cartolano. De Plumas y susurros,
2012
1 comentario:
No sé a qué te habrá condenado, pero si es a seguir escribiendo como lo haces, yo lo voy a felicitar.
Abrazos
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