250.
Un
tiempo plano frente a mí desarma, me vuelve indefenso a vista de otros, casi
inánime. He vuelto con las primeras luces, aunque sin que la imaginación
levantara vuelo. Al desovillar sueños y deseos de la noche, la pesca resulta
miserable. Después hay quienes regresan internándose en mis sombras; son los
mismos que al atardecer fugan despidiéndose en mudo coral de llantos.
La
memoria no cuenta; las aberturas se han sellado. No hay mirada atrás ni
cristales al mañana. Frente a mí, un tiempo plano, impenetrable, manda.
Ni más ni menos. Tal la tremenda condena de este tiempo. Y para todos vale.
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021
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