252.
¿Por qué irse? ¿Por qué el equipaje? Quizás permanecer en uno, solamente
cuerpo y jardín del paraíso, resulte la
medida. Y aun así migramos. ¿Acaso son miedos por invasión o desgarro? Tal vez
el sinsentido, la confusión con uno al sentir atracción por otro, o cuando
densas nubes de otoño para invierno nos envuelven y creemos que ya no somos lo
que fuimos.
Por
qué fugar si en el amor se es imprescindible: el pan para la boca, dulce estremecimiento
sobre la piel de fiesta, y lo que jamás cambia o se permuta.
Nos parió el amor. Hacia el amor siempre fui, y él se quedó conmigo –contra tiempo, quiebre y distancia–. Vuelvo a proyectarlo y él me proyecta en arte: su fruto. Con naturalidad, porque de amor estamos hechos; con ironía, risa y lágrimas, porque él nos sacude y nos cambia. Con la sugerencia de imágenes de Nikolay Tomalchev: como él, soy un constructor sincero.
(c) Carlos Enrique Cartolano. "Scherzo", 2021
Ilustración: Polly Penrose (c)
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