durazno en temporada alta lo consumo con su piel
prefiguración de tus caricias como vos la fruta
resucita en dulce persistencia
en el baño enfrento el espejo todo es tuyo concluyo
como el durazno
que aún mastico las
impropias verrugas
que llevan hijos de mi carne los cabellos quebrados
que barro
cada tanto y el pedacito de muela que retiré con el
cepillo
todo es tuyo también la tarde que quiere colarse entre
tablillas
de la persiana como
si fuera el último reflejo
y no quedara nada más por entregar
entonces cuando suena el teléfono y peregrino por tu
voz en la distancia
me parece natural que de ella manen leche y miel
que lo último encuentre cobijo en esa melodía
es
mi sangre que canta
se sube corre a zancadas en el coaxil estalla en
palabras ellas suman
se quedan de tu lado pero
no agotan el venero
sabés que habrá otras mañana ellas al borde de la
realidad imaginarán
el nuevo mundo uno
para dos distinto cada vez
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
2 comentarios:
belleza
Gracias, poeta!
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