por otra temporada en la tierra ésta diferente
extinguidos
incendios franja sin quiebres sin arrugas
nueva pátina ámbar el color materia gaseosa
volatilidad de los océanos
voy con ella existe
acaso el tiempo
sobrevive
lo creímos fatuo ficción invento entre fallas y
angustia del hombre
pero sucedió que se había agotado clausura en llave de
paso
rejas puestas al pestañeo insomnio y crueldad de otoño
no quedaba tiempo digo tan convencidos llegábamos con
borges beckett
el mismo heidegger que montaba témpanos del ser
no creímos que las puertas del templo continuaran
abiertas
primeros días temporada de insecticidas de a puños
la mosca expone su cadáver y el ángel recorre pasillos
del mercado
no sé aún ignoro cuándo dónde culmina el amor si
atardece
si se pone el
astro que brilla en la piel
sólo que encontré un cabo suelto tironeé del tiempo
pendiente
y volvió a ser de día
es porque el agua refleja aleteos del espíritu de dios
dice brodsky porque
él es tiempo porque siempre nos trae dentro de los
puños
y comprendo ahora
mientras brille bien alto pervivirá el amor
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
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