respondo a la gravedad como miel estacionada al frío
lentamente obedezco leyes propias
desparramo de mí grabo el rosario de satoris
los tiempos se arman con relojes de inmersión y amo
llego amando con desesperación prendido como melaza
sobre salvado de trigo con necesidades de hierro
en las uñas con diez dedos dulces en la piel
entonces es cuando desayuno entre párpados y ventanal
tiempo en que sonríes del otro lado de la mesa
© Carlos Enrique Cartolano. Del riguroso delirio, 2013
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