A veces no hay cuerdas ni brida suficiente mango
Con que subir el burro cuesta arriba. Pueden ser
Bravas las mareas la ventisca pega de atrás temprano
Se oculta el sol. A veces se agotan las reservas: éste
Es un país de entrañas vueltas afuera todo concluye
En un mapa. Traigo también el mar en los ojos traigo
Tus ojos en crestas de mi océano un sinfín poema:
A veces sólo sumo sin leerme. Te toca encontrarme.
Entra ahora por playas que corren entre versos aquí
Verde el agua habla con besos surte la punta del
ovillo.
© Carlos Enrique Cartolano. De Plumas y susurros, 2012
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