Porque uno nunca sabe cuánto del consumido flota en este
día
Cuántas noches sobreviven ni cuántos pliegues carga el
entrecejo
Del sol. Por eso tendemos la telaraña: una múltiple
pregunta
Un posible inventario después no alcanzan el tiempo las
plumas
Para abrazar la maravilla. Por eso y por si no soñamos
otra vez
Aquí sobre el ángulo de la habitación donde respiremos
juntos
Colgamos el atrapasueños una trampa para retener
vapores
Olvidadizos anarco independientes damas visitadoras
con tules
Visten sedas del bosque. Pero sin amarnos si un mismo
atardecer
No pinta de rojo los cuerpos nos quemará la noche sin
dejar humo.
© Carlos Enrique Cartolano. De Plumas y susurros, 2012
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